Pasos Nueva Época 3

b) De la misma forma que otros “términos”, el de retroalimentación es incorporado como concepto a otros discursos, en este caso al educativo y en especial el relacionado con la evaluación. Como ya se mencionó dos párrafos arriba, así como la evaluación requiere de un perfil de desempeño como referencia para su diseño, de la misma forma se requiere de la etapa de retroalimentación para dotarla de sentido; esto resulta totalmente pertinente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues de lo que se habla es de evaluar tareas de personas que deben otorgar sentido y significado a la evaluación, así como apreciar los señalamientos que se les hacen con carácter de “oportunidades de mejora” derivados de los resultados obtenidos. La ausencia de información sobre una situación, cualquiera que ésta sea, nos imposibilita para actuar en ella para transformarla con una orientación definida y explícita, en otras palabras, es imposible mejorar lo que no se conoce; de esta forma, la evaluación representa una condición indispensable de todo proceso, en el de la práctica docente, más. Es pertinente insistir en que lo evaluado son las actuaciones esperadas de las personas, no necesariamente a éstas; ya sea aplicada al proceso o al producto, la evaluación genera información que debe ser compartida con la persona que realiza esas actividades y/o genera esos productos, esto es factible gracias a la retroalimentación. No sobra decir que la retroalimentación debe realizarse de acuerdo con las necesidades de actuación requeridas de manera explícita, pero también de acuerdo con la persona que las realiza; asimismo, en el lenguaje que se utiliza para ofrecerla, debe evitarse el sentido inquisitorio, además de que debe ser objetivo. Con esta plataforma, la definición de acciones correctivas o confirmatorias serán definidas y acordadas entre el responsable de la evaluación y de quien se espera una actuación específica. La evaluación como acción operativa tiene que ser ejecutada por personas de carne y hueso; de esta manera, la retroalimentación contiene dos componentes: uno perceptual (lo que se registra de la actuación, datos reales) y uno emocional (referida a los sentimientos que puede generar con esa actuación). Este último componente compromete y responsabiliza a la persona que da la retroa- limentación, habrá que evitarla en procesos institucionales a menos que sea una estrategia aplicada por personal especialmente capacitado para eso. El riesgo de sesgar una tarea tan delicada como la de evaluar la práctica educativa, siempre está presente; por ejemplo, se está ante la posibilidad de desviarla y utilizarla con espíritu punitivo y/o ligada a procesos opacos y discrecionales, despojándola de sus verdaderos alcances en favor de la mejora de la calidad de lo que se evalúa. 6 CONTEXT s

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