Pasos Nueva Época 3

*Coordinadora del Doctorado Interinstitucional en Educación laura.barcenas@iberopuebla.mx Referencias Brinko, K. (1993). The practice of giving feedback to improve teaching. What Is Effective? The Journal of Higher Education , 64(5), 574-593. Recuperado en: http://www.jstor.org/discover/10 Duijnhouwerm, H. (2010). Feedback effects on Students understand what tutor write? Teaching in Higher Education, 5(1), 95-105. Sadler, D.R. (1989). Formative assessment and the design of Institucional systems. Instructional Science , 18, 119-144. Scriven, M. (1967). La evaluación formativa. En: idactia1e100facultadhumanidades.blogspot.mx/2012/02/evaluacion-formativa-por-m-scriven.html. Consultado el 9 de octubre de 2015. Tapia-Ladino, M.; Bustos Jara, C.; Salazar G. T.; Muñoz Muñoz, C.; Varela Seguel, M., Sáez, K. (2014). Reacciones de los estudiantes a los comentarios escritos que proveen docentes de lenguaje en enseñanza secundaria chilena. Enunciación , 19(1), 35-48. 4 evidencias de las áreas de oportunidad que el alumno está presentando en su proceso de apren- dizaje, es pertinente hacerla cuando se identifican dificultades, independientemente del momento en que se presenten. Por otro lado, los autores señalan que es importante que los docentes sean respetuosos al momento de llevar a cabo la retroalimentación, es decir, ésta no debe hacerse a través de mensajes discriminatorios, reprobatorios o de descalificación. Por el contrario, el docente debe empezar seña- lando los aspectos logrados en relación con el propósito de aprendizaje para después establecer las áreas de oportunidad, en un ambiente de cordialidad y de confianza. También debe dialogar con su alumno sobre las razones por las que no ha logrado el propósito establecido y puede ayudar al joven a establecer estrategias de mejora. Finalmente, se sugiere que esta retroalimentación se realice a cada estudiante demanera individual para que no se sienta exhibido. Hay coincidencias acerca del valor afectivo de la retroalimentación; Duijnhouwer (2000) considera que si ésta se realiza con suficiente cuidado, el alumno la valorará, pues la retroalimentación se convierte en una orientación para la mejora de su desempeño. En otras sugerencias que se hacen al profesor para llevar a cabo una buena retroalimentación están la observación permanente del proceso de apren- dizaje de sus alumnos, el registro de sus avances, logros y deficiencias, el diálogo con otros docentes sobre aquellos alumnos que presentan dificultades y el diseñodeestrategias compensatoriasparaestos estudiantes con el propósito de lograr los objetivos de aprendizaje. Detrás de la actividad de retroali- mentaciónestá la ideadeque a los profesores deben preocuparles más los alumnos que tienen pro- blemas en el proceso de aprendizaje que aquellos que no los presentan. Igualmente, se considera que retroalimentar a los alumnos previene la repro- bación, si aquella se lleva a cabo de manera opor- tuna, sistemática, es claramenteorientadora yofrece elementos para que los alumnos mejoren, les permitirá regular su aprendizaje, pues saben qué y cómo pueden corregirse. A manera de conclusión, puede observarse que la retroalimentación es una acción de la evaluación formativa que ofrece elementos a los alumnos sobre qué aspectos pueden mejorar en sus procesos de aprendizaje y al mismo tiempo es una herramienta ideal para favorecer la autorregulación del apren- dizaje, por todo esto es que se considera que retroalimentar es una buena práctica pedagógica.

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