Pasos Nueva Época 2
5 ción que el propio programa y la universidad llevan a cabo. En el caso de la licenciatura en Procesos Educativos, el CEPPE tiene un documento que contiene las dimensiones esenciales solicitadas por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), instancia capacita- da y reconocida por el gobierno federal que regula esta tarea. El proceso de autoevaluación que llevamos a cabo en el Claustro de Educación (académicos de tiempo completo especialistas en educa- ción) permite visualizar nuestras fortalezas, las cuales, muchas veces, por estar sumidos en lo cotidiano, no alcanzamos a valorar. Si los académicos hacemos partícipes de este trabajo a los pro- fesores de asignatura y a nuestros alumnos, estamos enseñando y a la vez aprendiendo la cultura de evaluación para crecer y fortalecernos, no para fiscalizarnos y perdernos la confianza. De esta manera, se trata de un proceso largo porque implica a muchos actores. El proceso es un reto en cuanto a que hay que responder a la in- formación que nos solicitan a la vez que vamos reconociendo lo que so- mos, lo que tenemos y hacemos y lo que nos falta. En esto analizamos también nuestra comunidad, la manera en la que colaboramos unos con otros, las sinergias que hacemos y lo que nos falta por caminar. Desde mi situación he identificado la fortaleza del profesorado del programa, su perfil de formación, su riqueza en la diversidad de intere- ses, sus maneras distintas de colaborar y hacerse presentes. También he constatado la capacidad de nuestros estudiantes para colaborar con su licenciatura sin otro interés más que el de aprender y el de servir y apoyar a los demás. Parte de nuestros hallazgos consisten en la identificación de as- pectos en los que tenemos mucho por caminar. Éstos se presentan como viejos o nuevos retos por resolver. Me parece que el central es hacernos más eficientes, sabiendo distinguir entre los procesos real- mente importantes desde nuestra óptica ignaciana y aquellos que nos desgastan inútilmente. Es importante y urgente una reflexión seria y profunda de los costos y beneficios de todo tipo que las acreditaciones representan. Es importante mirar de modo diferente los procesos cotidianos para descubrir lo que somos y las potencialidades que tenemos frente a la tarea de construir diariamente un programa de alta calidad y dejar nuestro grano de arena en nuestros alumnos y en la sociedad. También es nuestra responsabilidad evaluar lo que implican las exigencias que nos vienen de afuera. *Coordinadora de la licenciatura en Procesos Educativos, UIAP teresa.brito@iberopuebla.mx
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