Pasos Nueva Época 19

10 *Profesora de asignatura Licenciatura en Comunicación Universidad Iberoamericana Puebla evamaria.suarez@iberopuebla.mx ni vicios docentes previos, como los que yo sí llevé como participante en el que yo recibí. Como parte del grupo también tuve la presencia de un compañero de tiempo completo con muchos años de experiencia en el ASE quien amplió mucho el panorama viendo el ejemplo de su guía. Las sesiones contaban con tres acompañantes en cada grupo de taller: el profesor que había recibido el curso y estaría al frente del taller, un integrante de la Comisión que nos apoyaría con las dudas y un compañero del área de Formación de Profesores que nos apoyaba con el manejo técnico del equipo. En lo personal, me pareció excesiva la presencia de tres facilitadores, pues nosotros, capacitados como lo habíamos sido, hubiéramos sido suficientes para manipular el equipo técnico y facilitar el trabajo que se requería. En este sentido, sugeriría que un solo facilitador desarrollase el trabajo del taller, sobre todo en posteriores ediciones, en las que los que hemos sido capacitados estaríamos mucho más claros tanto en el modelo, como en su diseño pedagógico. En el caso de mi grupo, el trabajo fluyó de manera adecuada y se logró el objetivo: las guías fueron terminadas en las cinco sesiones esperadas. Cabe destacar que había trabajo que se realizaba durante el taller y trabajo individual que se les asignaba a los compañeros para realizar entre las sesiones. Fue de gran ayuda la estructura metodológica que se siguió, con un cronograma con el cumplimiento estricto de los tiempos y el seguimiento personalizado que yo como facilitadora daba a la guía de cada compañero, tanto en las sesiones, como entre ellas. En conclusión, considero que en el marco del modelo de evaluación por competencias las guías serán una herramienta de gran valor para los profe- sores, pues contar con evidencias de aprendizaje en las que desglosen las competencias, la intencio- nalidad pedagógica es mucho más clara, tanto para el profesor quien no tendrá que inventar su materia, como para el estudiante, quien sabrá siempre cómo y con qué propósito será evaluado. Con la impartición del taller, los compañeros y los facilitadores, tuvimos la oportunidad de conocer el modelo no sólo desde su planteamiento teórico, sino en la forma práctica en la que operará en el aula, aspecto fundamental para su transmisión a los alumnos. Desde el punto de vista institucional, el reto será homologar los criterios y desarrollar una metodología eficaz a cargo de instruc- tores experimentados, para ‘bajar’ las guías a todos los niveles del profesorado. A nivel docente, será un desafío superar nuestros paradigmas para abrirnos a nuevos modos de aprender, con el propósito de mejo- rar nuestra práctica cotidiana al frente de los grupos. Nada fácil, pero es una meta para la que todos tene- mos algo qué aportar. Referencia Universidad Iberoamericana Puebla. (2022). Modelo de evaluación del aprendizaje. Documento interno sin publicar. “…LAS GUÍAS SERÁN UNA HERRAMIENTA DE GRAN VALOR PARA LOS PROFESORES... LA INTENCIONALIDAD PEDAGÓGICA ES MUCHO MÁS CLARA, TANTO PARA EL PROFESOR QUIEN NO TENDRÁ QUE INVENTAR SU MATERIA, COMO PARA EL ESTUDIANTE, QUIEN SABRÁ SIEMPRE CÓMO Y CON QUÉ PROPÓSITO SERÁ EVALUADOS.”

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