08 Ivonne Alondra Aldave Moreno* La evaluación en el modelo híbrido para los estudiantes de química básica, un reto Durante otoño de 2021 comencé mi primer curso en modalidad híbrida en Ibero Puebla, era la primera ocasión, en toda mi carrera, que tendría estudiantes asistiendo simultáneamente de manera presencial y conectados vía remota, escuchando y participando en clase a través de una cámara con inteligencia artificial. Era una nueva experiencia, el salón de clase tenía un aforo de doce alumnos y el grupo en total era de 22 estudiantes y, aunque he impartido la asignatura de química básica en la Licenciatura de Nutrición y Ciencia de los Alimentos desde hace varios años, representó un desafío adaptarme a este nuevo escenario. ¿Cómo sortear la situación y lograr mantener a todos los estudiantes involucrados en la sesión, cada uno con sus perspectivas, metas y una concepción del mundo distinta? ¿Cómo ajustar mi diseño de clase a sus necesidades? Fue difícil adaptarme a no tener a todos mis estudiantes en el mismo lugar y también lo fue aprender a interactuar de manera fluida, tanto con aquellos que estaban presentes de manera vir- tual como con quienes se encontraban físicamente en el salón. Ante tal escenario inédito, tuve la necesidad de ajustar, desde luego, mi estrategia de evaluación. Antes aplicaba un examen impreso en papel, con una serie de preguntas y ejercicios a responder. Ahora, debía echar mano de la tecnología disponible y diseñar un examen que estuviera al alcance de todos. Un fenómeno que sucedió es que los alumnos que estaban en presencial sentían la ventaja de que estando yo con ellos las dudas las resolverían mejor y sentían más confianza. Por otra parte, los estudiantes que se quedaban en casa y lo resolvían en línea se sentían en ventaja de consultar apuntes, Google y otros recursos para responderlo. Sin embargo, nadie contaba con alguna ventaja, pues el diseño del examen es de comprensión. Me pareció importante ser muy clara en cuanto a las actividades que se realizarían, su ponderación, fecha y medio de entrega, para que se lograra realizar todas las actividades de evaluación en tiempo y forma. En química básica, como en muchas otras asigna- turas, la comprensión de los contenidos requiere de la realización de una serie de ejercicios prácticos. En estos casos, brindar a los estudiantes retroali- mentación inmediata es muy importante porque les permite diagnosticar su grado de comprensión y corregir o afianzar sus conocimientos, para avanzar hacia temáticas más complejas. Logré agilizar dicha retroalimentación incluyendo en la plataforma Moodle ejercicios que los estudiantes podían resolver, indi- cándoles el tiempo que disponían para hacerlo y, conforme realizaban la entrega, les daba la retroali- mentación en ese momento; de esta manera, me fue posible saber permanentemente cómo avanzaba el grupo de forma general y así ayudar aquellos que tenían dudas sobre los ejercicios solicitados. La modalidad híbrida resultó perfecta para las presentaciones, pues implicaban la participación acti- va de todos, sin importar si asistían de forma presencial o en línea. En ambos casos se cumplió el objetivo de forma exitosa. Llamó mi atención que algunos estudiantes presentaron temas en forma híbrida; se organizaron de un modo excelente y lograron alternar sus intervenciones presenciales/ virtuales de manera armónica. Detallaré un poco más la hechura del examen. Éste lo hice en Moodle, utilizando la herramienta Cuestio- nario, así podían los estudiantes saber su nota de manera inmediata. Algunas veces se tenían que hacer aclaraciones en cuanto a las respuestas abiertas, pero, en general, me permitía ahorrar tiempo para calificar. Con el propósito de complementar la evalua- ción de cada periodo, además del cuestionario, les EN BUS UEDA
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