Pasos Nueva Época 11

7 “... por ser miembro de una comunidad profesional se compromete a establecer vínculos con otros colegas insertos en el ámbito educativo con quienes pueda compartir conocimientos y buenas prácticas.” En este sentido, una quinta característica de la docencia líquida, y tal vez la más importante, es la capacidad de colaborar y enseñar a colaborar según las exigencias de hoy: entender que los problemas actuales no pueden ser resueltos ni por la persona más brillante, ni por la más poderosa, ni por la más adinerada. Los problemas que enfrentamos únicamente encontrarán solución en la colaboración. Una vez que el docente líquido ha asumido la urgencia de aprender a trabajar juntos, podrá ir incorporando a sus prácticas las recomendaciones que Lévy (1999) plantea para la conformación de colectivos inteligentes : • Identificar qué es lo que nos vincula y no perderlo de vista. Construir nuestros objetos-vínculo • Fomentar la evaluación permanente. Desde el reconocimiento a la dignidad humana y el respeto mutuo, se ha de insistir en la conveniencia de someter a una evaluación constante las acciones, ideas, opiniones, producciones, etc., tanto del grupo como de cada miembro • Tender a la horizontalidad. Sin aceptar el argumento de autoridad (“porque lo digo yo”); un docente líquido fomenta un ambiente en el que todos son escuchados y sus ideas discutidas • Impulsar la conformación de un patrimonio común. Los conocimientos, los resultados, los beneficios, deben ser patrimonio común y no propiedad de algunos pocos • Valorar la variedad. Aunque tenemos un objeto-vínculo que nos une, no somos masa, en la diversidad se encuentra la oportunidad de aportar soluciones creativas a los problemas que debemos enfrentar. Tales recomendaciones tienen aplicación en dos niveles: por un lado, en su papel de dinamizador de grupos de aprendizaje, le corresponde al docente favorecer las condiciones para que sus estudiantes logren construir colectivos inteligentes. Por otro lado, por ser miembro de una comunidad profesional se compromete a establecer vínculos con otros colegas insertos en el ámbito educativo con quienes pueda compartir conocimientos y buenas prácticas. Desde esta perspectiva, compartir lo que se sabe, para la docencia líquida, no es solamente una opción, sino también una obligación.