Pasos Nueva Época 11

Estructura Curricular del Sistema Universitario Jesuita: Competencia docente de innovación en la enseñanza 11 Carmen Tiburcio García* seren d ipias Desde que se diseñó la llamada Nueva Estructura Curricular (NEC) para los planes de estudio 2004, el Sistema Universitario Jesuita (SUJ) ha apostado por la formación de profesionales cimentada en una estructura curricular, enfocada por competencias. Esta propuesta, que fue revisada y rediseñada para los llamados planes de estudio SUJ propone responder de manera: […] oportuna y eficiente a los retos educativos que se derivan de las condiciones sociales, económicas, culturales y valorales del momento, mediante programas educativos que se man- tengan a la vanguardia en sus contenidos y en su impacto en las generaciones venideras (Consejo Académico SUJ, 2010: 2). Así, sus planes de estudio de licenciatura pretenden formar profesionales de gran calidad, con una actitud humanista, cuyas características se describen en los perfiles de egreso de los programas académicos. El enfoque educativo de la propuesta de la Universidad Iberoamericana y del resto de los planteles pertenecientes al SUJ, se centra en el aprendizaje del alumno, más allá de la visualización tradicional del proceso desde la enseñanza a cargo de los profesores. Esto es, los métodos y recursos de aprendizaje implican una actitud proactiva y participativa por parte del estudiante, quien se pretende que aprenda desenvolviéndose en con- textos de aprendizaje significativo, colaborativo, transferible y situado. Es decir, entornos que sean capaces de promover su autonomía con base en el desarrollo de competencias, tanto genéricas como específicas o profesionales. Este planteamiento es resultado de la transfor- mación que ha sufrido la educación superior desde finales del siglo pasado frente a la evolución del contexto social de las últimas décadas del siglo XX, impuestas por la sociedad del conocimiento. Ante esto, la práctica docente ha tenido que ajustarse con la finalidad de “combinar el proceso de aprendizaje y la construcción de protocolos de innovación y creatividad con la ética y el humanismo, todo ello en el marco de la globalización” (Torres, Badillo, Valentín, Ramírez, 2014: 130). Lo anterior implica el desarrollo de competencias docentes que, puestas en la práctica, alcancen los objetivos de aprendizaje de los estudiantes que cada programa académico propone. Los autores recién mencionados reconocen como competencias docentes, por ejemplo, aquellas rela- cionadas con el diseño, planeación y organización del proceso de aprendizaje; la ejecución, gestión y comunicación de este último; la evaluación (valora- ción) de dicho proceso; y la iniciativa y organización de su actualización (la del profesor) y formación continua. Desde el diseño de la mencionada NEC, esto ha representado un reto para la Universidad Ibero- americana y, así, para cumplir con lo que se ha propuesto ha tenido que tomar en cuenta, al menos, dos conceptos relevantes: por un lado, el perfil de los profesores capaces de incorporar nuevas herramien- tas para innovar en los procesos de la enseñanza /aprendizaje y, en segundo término, como ya se ha mencionado, las competencias que estos profesores tendrían que desarrollar. Esto dado que, según Zabalza (2003-2004), la docencia, finalmente, implica conocimientos sobre contenidos que deben en- señarse y sobre aquellos que implican el propio proceso de enseñar y aprender, habilidades como la comunicación, gestión de métodos de enseñanza

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