Pasos Nueva Época 10

11 conocen desde que ingresan al programa y el cual ha sido definido por los tutores en trabajo colegiado. Con base en estos avances, los tutores realizan la evaluación y en el Seminario se hacen observaciones, siempre en los márgenes de respeto por el trabajo de cada alumno y del acompañamiento realizado por cada tutor. Después de hacer las observaciones al trabajo de un estudiante, cada tutor realiza una serie de recomendaciones para orientarlo sobre cómo atender los aspectos teóricos y metodológicos. Después que los tutores hacen observaciones y recomendaciones, el alumno plantea qué lo ha conducido a tomar las decisiones teóricas y metodológicas, reflexiona sobre los comentarios recibidos y, muchas veces, agradece las recomendaciones. Esto último no está estipulado, pero observo que es una práctica constante en el Seminario de Evaluación. Finalmente, los alumnos de ese mismo Comité Tutorial emiten valoraciones sobre el trabajo de un compañero y, por lo general, aportan con el nombre de cierto autor, alguna sugerencia metodológica, alguna experiencia en el campo que se pretende investigar, contribuyendo así a la retroalimentación del trabajo de investigación de sus compañeros. Como se observa, la retroalimentación es significativa para que los alumnos tengan posibilidades de identificar sus deficiencias en el proceso de aprendizaje, obtener información sobre qué necesitan para alcanzar los objetivos planteados y conocer las posibilidades de una mejora, después de reflexionar al respecto. Ávila (2009) menciona que la retroalimentación es un proceso en el que se comparten inquietudes y sugerencias para conocer el desempeño de un estudiante, con el propósito de que pueda mejorarlo en un futuro cercano. Esto genera y potencia una reflexión sobre el propio proceso acerca de aquello que se ha hecho y lo que se ha dejado de hacer, para tomar decisiones que permitan componer el rumbo. Una vez terminado el Seminario de Evaluación, cada alumno debe reunir las observaciones y recomendaciones hechas por tutores y compañeros, para hacer una síntesis de los aspectos centrales a revisar en su tesis doctoral y que son el punto de partida para el trabajo del siguiente periodo académico. La experiencia de estos seminarios siempre me remite a un texto de Sacristán (1992: 343) que habla del juicio de valor en la evaluación: “La evaluación de los alumnos se entendería desde esta óptica (la del juicio de valor) como el proceso por medio del cual los profesores en tanto que son ellos quienes la realizan, buscan y usan información procedente de numerosas fuentes para llegar a un juicio de valor sobre el alumno en general o sobre alguna faceta particular del mismo”. En este caso, las numerosas fuentes de información provienen del trabajo presentado por el alumno, de su exposición en el Seminario, de lo que comenta el tutor del trabajo realizado en el periodo que se evalúa y la revisión del avance de la tesis doctoral de los tres o cuatro investigadores. Aunque es una evaluación atípica, la forma como se lleva a cabo permite saber qué ha hecho el alumno, cómo lo ha hecho, cuál ha sido su proceso,

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