Pasos Nueva Época 1
14 Los números de la evaluación Mauricio López Figueroa* Como se ha revisado en el presente número de Pasos , el uso del portafolio docente constituye una gran herra - mienta de formación docente al pro - mover la apropiación de competencias a partir de la reflexión integrada sobre los productos de la experiencia de aprendizaje del maestro. Se persigue la autoevaluación del docente sobre sus prácticas pedagógicas como una ma - nera que le permita el aprendizaje y la innovación. El uso de esta herramienta se propone como parte de prácticas auto - evaluativas, lo que implica que toma distancia de ese enfoque de la evalua - ción orientada por el control, sanción o compensación. Asimismo, es impor - tante tener presente que este instru - mento no pretende ser una simple colección de materiales seleccionados acríticamente, sino un “documento re - flexivo y comentado sobre la historia y la actividad docente”, donde se pue - dan identificar “sus puntos fuertes, logros, carencias, necesidades y sus problemas desde una perspectiva crítica y activa” (Campaña, 2013:2), lo cual puede facilitar un proceso de for - mación continua que promueva la docencia reflexiva, autónoma e innovadora. Existen algunas experiencias interesantes documentadas sobre el uso del portafolio para profesores no - veles en sus cursos y como herra - mienta de autoformación (Mellado, 2010; García, 2000; Morán Oviedo, 2010; Hernández Silva & Lorandi Medina, 2013), que permiten apreciar el uso de esta herramienta no sólo co - mo el eje de la evaluación formativa del docente, sino como el referente eje de la formación del estudiante. El por - tafolio puede ser el medio por el cual el docente y el estudiante construyen una relación educativa, pues además El uso del portafolio como herramienta de formación docente de mediar el encuentro, también puede usarse “para el desarrollo y valoración del conocimiento de una asignatura, para la adquisición de habilidades de enseñanza y prácticas reflexivas, así como para la pre - paración vocacional y profesional” (Val Klenowsky, 2005, citado porMoránOviedo, 2010:17). Si bien el portafolio es un produc - to de aprendizaje derivado de una meto - dología y con ciertas características cualitativas, no es un fin en sí mismo. Lo fundamental del portafolio (como de cualquier actividad y producto escolar) es promover el aprendizaje significativo, el cual es producto de “la asociación de las prácticas y procesos pedagógicos” (Morán Oviedo, 2010:18) que la reali - zación del portafolio implica. Lo central, cuando hablamos de promover el apren - dizaje, es qué tanto el estudiante como el profesor crezcan metacognitivamente (saber cómo y para qué se conoce), lo cual implica construir su conocimiento y apropiarlo; en este sentido, el portafolio, además de ser un medio por el que se demuestra lo aprendido, puede favorecer procesos motivacionales basado en una comprensión global, compleja e inte - grada del aprendizaje propio. ¿Qué es lo que un portafolio pue - de incluir? Existen propuestas diversas con respecto al contenido de un portafo - lio docente, no obstante es fundamental tomar en cuenta algunos propósitos generales (Kaplan, s/f): · Autorreflexión y mejora: los por ta fo l i os i nc l uyen ref lex i ones comprensivas del docente a partir de su producción que reflejan aspectos como su enfoque sobre la enseñanza y el apren - dizaje, los supuestos sobre los roles de los estudiantes y los maestros y las metas que el docente espera que sus estu - diantes alcancen. Este tipo de reflexiones promueven que el profesor apropie progresivamente su práctica y desarrolle
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