Pasos 9

6 e n b ú s q u e d a... Mi proyecto de ASE III: Construyendo un granito de arena para la educación en Chiapas Sofía Reynoso Brito* M is dos primeros ASE los hice con el tema “convivencia y disciplina escolar”, con lo cual me sentí motivada y contenta. Sin embargo, para el tercero, decidí hacer un proyecto re- lacionado con mi servicio social realizado en Chiapas. Para mí, ésta ha sido una de las ex- periencias más fuertes y significativas de mi vida. Disfruté y aprendí muchas cosas, pero lo más importante y que se quedó dentro de mí fue haber estado tan cerca de las condicio- nes de injusticia en que viven los indígenas. Conocer esta realidad me motivó a hacer algo por mejorar su calidad de vida, desde el as- pecto educativo, ya que es mi profesión. Mientras estuve realizando mi servi- cio, me di cuenta que había muchas áreas dentro de lo educativo, donde podía realizar un proyecto que tuviera un impacto positivo en la comunidad. Durante todo el semestre estuve observando, preguntando a la gente involucrada, a los promotores y a los aseso- res, qué consideraban ellos que era lo que más hacía falta. Estaba determinada a hacer algo que pudiera ayudar un poco a favorecer su proceso educativo y así mejorar su calidad de vida. Durante esta experiencia aprendí mu- chas cosas sobre mí, mi país, los pueblos in- dígenas, sus culturas y la educación. Regresé a mi ciudad muy cansada y un tanto deprimi- da de haber conocido esta realidad diferente, tan dolorosa, pero tan olvidada. En el momen- to de elegir el tema de mi ASE III, y mi intento por adaptarme de nuevo a mi realidad, dudé sobre trabajar algo de mi servicio social, pero platicando con personas cercanas a mí, me di cuenta que debía hacer un esfuerzo, recupe- rar mi experiencia, y dejar ese proyecto que la gente con la que trabajé valoraría. Este discernimiento fue el momen- to más iportante para la construcción de mi ASE, donde decidí hacer un esfuerzo, recu- perar la motivación y dejar un fruto a la co- munidad. Elegí hacer un manual para apoyar la formación de los promotores indígenas de educación, aquellos con los que trabajé, quie- nes viajan a comunidades de distintos grupos indígenas y trabajan con niños enseñándoles a leer a y escribir. Al trabajar los contenidos de mi ASE III, sentí que el proceso estaba siendo mucho más significativo que los anteriores, porque realmente estaba respondiendo a una proble- mática con la que yo había convivido y la ha- bía hecho propia, estuvo en algún momento en mis necesidades, estaba dentro de mí. Por eso siento que este proyecto no sólo fue un trabajo de la universidad, fue mucho más que un trabajo de cierre, fue mi primer granito de arena para mejorar la educación en México, para dar fruto a un proceso, a una comuni- dad donde se quedó una parte de mí, para dar sentido a un trabajo que realicé con todas mis capacidades y que aún no sé si realmente tuvo algún impacto. Cambiar mi tema de ASE significó mu- cho trabajo. Tuve que iniciar la investigación teórica prácticamente desde cero, ya que el tema de alfabetización no lo había trabajado mucho durante mi carrera. Otra dificultad fue adaptar el mundo de la comunidad al mundo académico. Mi trabajo integró estas dos pers- pectivas, las cuales la mayoría del tiempo no conviven, encontrándose cada una en su rea- lidad. Desde el principio estuve consciente de las limitantes del proyecto. Lo mejor hubie- ra sido irlo construyendo junto con los promo- tores, pero debido al tiempo y a la distancia, esto no fue posible. Por otro lado, considero que lo ideal sería que tuvieran el material en su propia lengua, sin embargo yo no tuve po- sibilidad de presentarlo de esta manera. A pesar de todas estas limitaciones, tengo la esperanza de que mi trabajo pueda contribuir a mejorar el proceso educativo, y así poner un granito de arena para mejorar las condiciones en las que vive la gente. *Estudiante de Procesos Educativos Sofi.reynoso@gmail.com

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