Pasos 6
5 c o n t e x t o s El papel de la rúbrica en el desarrollo de habilidades docentes Luz del Carmen Montes Pacheco* D esde hace muchos años la planeación de cursos está más centrada en las actividades de los alumnos que en las del docente, lo cual nos lleva a un cambio de mirada en cuestión de evaluación. Si el centro está en lo que hace el alumno y no en la “tradicional cátedra del pro- fesor”, hay que evaluar qué produce aquél con esas actividades, hay que evaluar proyectos, ensayos, o investigaciones, por ejemplo. La rúbrica es una herramienta útil para evaluar tanto evidencias como experiencias de aprendizaje con cierto nivel de complejidad. El objetivo de este artículo es formular al- gunos aspectos del manejo de la rúbrica que nos ayudan a desarrollar o mejorar nuestras habilidades docentes. La rúbrica puede definirse como un instrumento de evaluación en forma de matriz (de ahí que se conoce también como matriz de valoración o de verificación) que describe los diferentes grados o niveles y los criterios de calidad de un producto de aprendizaje o del desempeño en una experiencia de aprendizaje (Díaz Barriga, 2006; López García, 2002; Villalobos, 2010). Ahora, a partir de algunas funciones y de algunos atributos de la rúbrica (De la Cruz Flores, Díaz-Barriga, y Abreu, 2010; Díaz-Barriga, y Hernández Rojas, 2010; López Gar- cía, 2002; Villalobos, 2010), podemos identificar habilidades docentes que se mejoran o se transforman: Al orientar la valoración (o calificación, en ciertos casos) de aprendizajes auténticos o aprendizajes in situ , pensamos menos en contenidos y más en evidencias de aprendiza- je, en desempeños y en procesos; más en objetivos que en los temas y subtemas. Al facilitar la evaluación de competencias, desagregándolas en sus componentes esen- ciales, visualizamos el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que moviliza el alumno. Como proveen estándares continuos de ejecución que guían el desempeño, tenemos que pensar en posibles tránsitos como, por ejemplo: de experto a novato, de ejecución inaceptable a excelente. Cambiamos del bien, mal y medio punto a visualizar un todo con sus diferentes grados. Al posibilitar la retroalimentación constante, el replanteamiento y la mejora –por lo que también ayudan al desarrollo de procesos metacognitivos–, visualizamos el proceso de enseñanza-aprendizaje en forma de espiral ascendente y nos ayuda a manejar las aproximaciones sucesivas, si las usamos de manera correcta y planificada. Como debe ser entendida y aplicada con facilidad, tanto por alumnos como por otros profesores, mejoramos nuestras habilidades comunicativas y desarrollamos asertividad. Al permitir coevaluación y autoevaluación transferimos responsabilidad al alumno con menos incertidumbre. De aquí que también se dice que nos permite evaluar menos sub- jetivamente. En conjunto, la utilización de la rúbrica nos permite reducir incertidumbre en el proceso de evaluación, mejora nuestras relaciones con los alumnos pues reduce fricciones al existir claridad sobre qué se evalúa y nos permite articular actividad-valoración-retroalimentación- mejora. Creo que nos hace ser más conscientes de lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué hacemos lo que hacemos como profesores. La rúbrica es una herramienta (no la única) para revisar y mejorar nuestra práctica docente en la práctica. Referencias De la Cruz Flores, G., F. Díaz-Barriga, L. F. Abreu, 2010, “La labor tutorial en los estudios de posgrado. Rúbricas para guiar su desempeño y evaluación”, Perfiles Educativos , XXXII, pp. 83-10. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=13214992006 ISSN 0185-2698 Díaz-Barriga, F., 2006, El aprendizaje basado en problemas y el estudio de casos, en Enseñanza si- tuada. Vínculo entre la escuela y la vida, McGraw Hill, México, pp. 61-95. Díaz-Barriga, F. y G. Hernández Rojas, 2010, Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista, tercera edición, McGraw Hill, México, pp. 242-244. López García, J. C., 2002, Matriz de valoración. Eduteka, Disponible en: http://www.eduteka.org/Ma- trizValoracion.php3 Villalobos P-C, M., 2010, Evaluación del aprendizaje basado en competencias, Minos Tercer Milenio, México, pp. 201-204. *Coordinadora de Formación de Profesores y Educación Virtual luzdelcarmen.montes@iberopuebla.mx
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