Manahuia

Manahuia/Mayo 2023 diversidad sexual; en una mesa de trabajo que tocaba el tema de lo transgénero y la transexualidad. Y me acuerdo porque, ella al final de una ponencia, levantó la mano, se paró y básicamente regañó al ponente. En la entrevista Marco detalló los inicios de Agnes Torres en el activismo LGBT + en Puebla y cómo fue que ambos se unieron para trabajar un proyecto de iniciativa de ley de identidad sexual y de género para personas trans: Poco tiempo después ella empezó a participar en Erósfera, un espacio que se abrió en el centro de la ciudad y que tenía varias actividades, siendo una de ellas la terapia psicológica, en especial a personas que estaban en proceso de transición sexo genérica, a estas personas Agnes les brindaba acompañamiento psicológico. Un día, Brahim [Zamora] y yo estábamos haciendo incidencia en el Congreso y nos la encontramos sentada en una banquita afuera de la oficina de una diputada. Agnes se acercó a ella porque se había dicho que era feminista y entonces la lectura era que podía ser una aliada, de tal modo que quería ver la posibilidad de iniciar la reforma para el reconocimiento de la identidad autopercibida de las personas transgénero y transexuales en su acta de nacimiento y documentos oficiales, ya que Agnes había participado en la reforma de la Ciudad de México y quiso replicar el ejercicio legislativo en Puebla. Pero se topó con un ambiente distinto, una configuración política del Congreso poco entendida sobre el tema y con muchísimos prejuicios. La diputada básicamente le dijo a Agnes: “Ah, pues mira te presto a un asesor y a ver qué puedes hacer, pero no me comprometo a más”. Ese fue el día que la encontramos y era evidente que Agnes estaba muy triste. Nos contó lo que le pasó y entonces Brahim y yo le dijimos: “Oye, estamos impulsando la agenda de trabajo del Odesyr ¿por qué no trabajamos juntos? En los siguientes meses, Marco y Agnes trabajaron en un documento de iniciativa de ley para presentarlo en el Congreso de Puebla, desafortunadamente Agnes no vería la versión final de ese documento, ni mucho menos se lo presentaría a esa legislatura. La veían porque la veían María del Consuelo Ávila Vaugier Marzo es el mes de las mujeres en toda su diversidad y también es un mes para recordar a Agnes Torres, la activista por los derechos humanos de las personas trans, ya que hubiera cumplido 40 años este 23 de marzo; y el 10 marzo es su aniversario luctuoso número once. La primera vez que quien esto escribe vio a Agnes Torres fue en 2007, fue en ““Erósfera”, una organización de derechos sexuales y reproductivos, y diversidad sexual en la cual fuimos compañeras. Aquel día Agnes llevaba puesto un vestido escotadísimo, con estampado de piel de leopardo, unas zapatillas abiertas que mostraban un pedicure perfecto, maquillaje, cabello y uñas de celebridad. Solo la vi una vez usando pantalones porque era invierno y de todas formas calzaba zapatillas abiertas y una blusa muy escotada debajo de la chamarra de mezclilla que hacía juego con sus pantalones pesqueros. Era una mujer que no pasaba inadvertida, la veían por que la veían. Ella ya era una psicóloga egresada de la Universidad Veracruzana cuando yo aún estaba en la facultad y una vez la entrevisté para la tarea de una materia. No éramos amigas, ni siquiera éramos cercanas, pero sentía una profunda admiración por ella, tanto por su belleza física, como por su trabajo como activista. En este México, que es uno de los países más peligrosos para las personas defensoras de derechos humanos y el segundo más letal para las mujeres trans1, de quienes no se espera una vida que pase de los 35 años, Agnes ya había arrastrado a lo largo de su vida adulta, una serie de discriminaciones, violencias y violaciones a sus derechos. A finales de 2021 entrevisté a uno de sus colaboradores más cercanos: Marco Antonio Moreno, abogado, activista y cofundador del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos ODESYR A.C. Según me confió, él vio a Agnes por primera vez en un evento en el auditorio de la Facultad de Filosofía de la BUAP: Me parece que fue en una semana cultural de la Reportaje

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