Gaceta de Literatura IBERO Puebla

Roberto Ignacio Alonso Muñoz roberto.alonso@iberopuebla.mx indecible ¿Decir lo indecible? indecible ¿Tolerar la intolerancia? indecible ¿Tienes algo que decir? indecible @ indecible ¡ indecible # indecible ! indecible $ indecible & indecible ” * indecible. Con esta sugerente campaña, el equipo detrás de la Gaceta de Literatura IBERO nos ha citado a leernos en torno a la libertad de expresión. El esfuerzo estuvo acompañado por una de las consignas del alegato político de George Orwell sobre la libertad de prensa, contenida en la introducción —originalmente escrita en 1945, pero aparecida hasta 1972— de su célebre obra Rebelión en la granja: «Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír». Bien pudieron, bajo similar tesitura, acudir a Noam Chomsky cuando señala: «Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella para nada», o a la máxima atribuida a Voltaire. En cualquier caso, es llamativo el uso de lo testado para convocar a un ejercicio colectivo de expresión sobre la libertad de hacerlo. ¿Signo de los tiempos? ¿Acaso una insinuación de que hoy en día es más lo que desconocemos o se permite conocer que aquello a lo que podemos acceder —una dimensión, por cierto, del derecho a la libre expresión? ¿O bien una provocativa forma de aludir a los discursos que por falta de orientación o convicción preferimos no aceptar y censurar? A esta última cuestión pretenden sumar estas líneas liminares. Los límites de la libertad de expresión no son únicamente motivo de denuncias y acusaciones, sino también de reflexión y deliberación. Apenas poco más de una década atrás, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos organizó una serie de talleres entre personas expertas de diversos países del mundo alrededor de la prohibición de la incitación al odio nacional, racial o religioso, cuyos resultados pueden conocerse en el Plan de Acción de Rabat. De acuerdo con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, junto a la propaganda en favor de la guerra, la apología del odio nacional, racial o religioso debe quedar prohibida por la ley; en tanto que la misma ley puede restringir el derecho a la libre expresión, de modo expreso y necesario —es decir, proporcional—, a fin de respetar los derechos o la reputación de otras personas. Tal norte, de manera sintética, es parte de lo que el derecho internacional establece en líneas generales, lo que

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