r e s e ñ a Director: Álvaro Dlegado Aparicio Idioma: Español/ Quechua Duración: 95 min País: Perú Año: 2017 Una noche de viernes, con el cuerpo adormecido después de una larga semana, decidí que quería ver nacer frente a mí la posibilidad de otros mundos. Ese día tuve la suerte de ahorrarme la búsqueda para responder a la temida pregunta: «¿qué voy a ver?», porque a los diez segundos de comenzar a explorar Netflix apareció un cartel que me convenció de haber encontrado la película indicada. Se trataba de Retablo, la historia de Noè y Segundo, un maestro del retablo peruano y su hijo adolescente. Casi siempre el viaje onírico del cine se produce con más fuerza en una sala oscura, pero esta película me transportó con tanta fuerza a otro espacio que no hubo necesidad de sonido surround o una pantalla gigante. Recuerdo la sensación de estar completamente inmersa en ese mundo simulado, con una confianza plena en la genialidad del otro. En mi mente se quedaron grabadas algunas tomas que a la distancia comprendo eran exactas para contar aquella historia. Primero, un acercamiento a las manos del maestro mientras manipula una masa en la que aparecen pequeñas figuras humanas. Digo aparecen porque en su imaginario él no las crea, escucha sus voces y «las ve nacer». Luego, otro acercamiento a unas figuras terminadas, piezas de un retablo colorido que miran fijamente a la cámara. Se muestran viajes, paisajes, caminatas por tierras incas. Y retablos, colores, fiestas y comida. No revelaré el enorme secreto que cambia el curso de la vida de estos personajes, ni hablaré acerca de los grandes sentimientos de amor y admiración que el joven aprendiz de artista sentía hacia su padre. Sólo diré que durante una hora y media mi mente se quedó muda, y sé bien que cuando dejo de pensar en la técnica, significa que el juego de la mímesis me ha convencido plenamente. Las manos del maestro Daniela Rico daniela.rico@iberopuebla.mx
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