— 132 — de Peña Nieto, sin embargo, las evaluaciones que se han realizado arrojan una pérdida importante de la cohesión social (Campos, Delgado y Medina, 2020). Otros de los grandes problemas heredados al gobierno actual han sido la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la violencia. Entre 1995 y 2015 las notas sobre corrupción en la prensa subieron de 502 a 29 mil 505, con altos costos económicos para el país de alrededor del 9% del PIB. La proporción de delitos de corrupción cometidos y no castigados era del 95%.72 En el sexenio del presidente Peña Nieto los escándalos de corrupción fueron mayores y pusieron en evidencia la debilidad de las instituciones para contenerlos (Ramírez, Ortiz y Alvarado, 2019). En 2018, para 56.7% de la población la corrupción era la segunda preocupación, detrás de la inseguridad y de la delincuencia que alcanzaba 73.7% (INEGI, 2018). En el índice de Transparencia Internacional, México pasó del lugar 105 al inicio del sexenio, al 138 al final (Transparency International, 2019). Las condiciones descritas llevaron a un solo resultado: la necesidad de un cambio de rumbo, porque el Estado neoliberal profundizó la concentración de la riqueza en pocas manos, mostrando que su política económica estuvo siempre muy lejos de sus promesas. La economía y la política económica del actual gobierno La política económica del gobierno del presidente López Obrador está basada en su Plan Nacional de Desarrollo (PND), que tiene varios objetivos en la perspectiva económica entre los que se encuentran: el combate a la corrupción, separar el poder político del económico, construir el bienestar; igualmente, perseguir el desarrollo económico detonando el crecimiento, manteniendo finanzas públicas sanas, no aumentando impuestos, rescatando al sector energético, creando infraestructura con proyectos regionales, apoyando la autosuficiencia alimentaria y la recuperación del campo. Estos objetivos responden precisamente a sus planteamientos de campaña y es con esta visión de desarrollo que se analiza la economía y la política económica del actual gobierno. En efecto, el gobierno del presidente López Obrador inició su función declarando la austeridad republicana, entendida como el uso necesario y eficiente de todos los recursos públicos para orientar el gasto hacia el beneficio social. Esto ha implicado una reestructuración en la asignación del gasto, porque ya no se podía seguir gastando como en el pasado, considerando la promesa de no subir impuestos ni endeudarse, y más bien conseguir recursos con el combate a la corrupción. Con esta política los déficits presupuestarios primarios han sido menores, bajando de 1% del PIB en 2019 a 0% para el 2021. 72 Ver el estudio México: anatomía de la corrupción escrito por María Amparo Casar y publicado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad: https://contralacorrupcion.mx/anatomiadigital/content/Anatomia_de_la_corrupcion.pdf
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