Contratiempo

ContraTiempo | 5 gral regida por tres líneas prioritarias. La prime- ra es la interculturalidad, la segunda es el carisma ignaciano característico del padre Pedro Arrupe y finalmente la tercera línea es la incidencia social comunitaria. ¿Por qué hacer una beca para jóvenes de comunidades indígenas? Este programa es un puente entre la univer- sidad y las comunidades de origen de nuestros estudiantes. El bagaje cultural de sus pueblos ori- ginarios enriquece la diversidad de la universidad. Además que desde el propio programa se busca apoyar proyectos de incidencia que tienen un im- pacto favorable en las comunidades de origen de nuestros estudiantes. ¿Por qué usar el nombre del padre Pedro Arrupe? El padre Pedro Arrupe fue una persona que dedicó su vida a ver por los demás, este jesuita fue enviado a Japón donde tuvo que adaptarse a vivir en otra cultura, y justamente lo que busca el programa, desde el carisma ignaciano, es acom- pañar a los estudiantes en este choque cultural que viven al ingresar a una universidad en un con- texto completamente distinto, donde, en muchos casos, la comida y lengua es distinta, buscando que la esencia de los jóvenes permanezca duran- te todo el trayecto. ¿De qué manera se lleva a cabo este acompañamiento de los jóvenes? Hay un colaborador que apoya a los chicos en su vida universitaria, desde procesos adminis- trativos como el de inscripción, pero también se da acompañamiento personal y académico en el que se busca apoyar al estudiante en todos los ámbitos posibles. ¿Hay algún programa similar a este en alguna universidad del SUJ? Sí, hay tres becas similares, una en el Instituto Tec- nológico y de Estudios Superiores deOccidente (ITE- SO) y dos en la IBEROCiudad deMéxico que otorgan becas a estudiantes de comunidades indígenas o de bajos estratos socioeconómicos, no se llaman igual y ofrecen apoyos completamente distintos a la beca que otorga el Programa Pedro Arrupe. ¿Qué hace diferente este de otros programas de la universidad? Lo que diferencia a este programa son las ac- tividades de incidencia que involucra, tales como conversatorios, congresos, acuerdos específicos institucionales con las distintas áreas educativas de la universidad, apoyo académico en distintas asignaturas y procesos espirituales. Además, en este programa se otorga una beca completa que le apuesta a llegar a jóvenes que real- mente necesitan la beca con un perfil específico. ¿Cuáles son algunos de los principales logros que se han tenido desde que se lanzó el programa? Para este programa el éxito es que los estu- diantes egresen con proyectos que trasciendan, que rebasen el límite de las aulas y también se mantengan cercanos a la comunidad Pedro Arru- pe. Ha habido estudiantes que ganaron el premio Ceneval, que rebasan fronteras y obtienen inter- cambios mediante la beca AUSJAL. Un caso des- tacado es el de Eliel Francisco Sánchez Acevedo, egresado de la licenciatura de Derecho y originario de San Miguel Tzinacapan, junta auxiliar de Cuetza- lan, Puebla, quien ahora se encuentra estudiando el doctorado en Harvard y durante su trayectoria ha trabajado a favor de las personas en situaciones de vulnerabilidad y de desigualdad social. ¿Qué mensaje le dirías a los y las integrantes de la comunidad universitaria con respecto a este programa? Me gustaría decirle a la comunidad que se in- volucren en el programa, que lo conozcan y par- ticipen en los proyectos, si tienen alguna idea que sumar es bienvenida, si hay interés de acompañar a un chico o chica del programa desde una parte más personal también son bienvenidos, cualquier miembro de la comunidad con interés en apoyar al programa o sus actividades es bien recibido. EN LA IBERO

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