Contratiempo

ContraTiempo | 27 OPINIÓN E l Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, S.J., representa para mí un an- tes y un después en mi trayectoria personal y académica, no fue sólo el paso a mi formación profesional sino a un mundo de nuevas experien- cias que conformarían mi vida universitaria y que me apoyarían para seguir con mi camino acadé- mico y de vida. Estudié la licenciatura en Procesos Educativos entre los años 2013 y 2017 y recuerdo que, desde el momento en el que llegué a solicitar informes, encontré a personas que orientaron mi camino y que me acompañaron en todo el proceso. Justamente, un aspecto que valoro mucho de este programa es el acompañamiento que recibí por parte de personas muy valiosas. Recuerdo con cariño a todos mis profesores, a mis acompañan- tes, a la confidencia y profesionalismo de Dafne, al apoyo de Male en todo momento y al respaldo de Roberto en distintos momentos y aspectos del programa. Imposible olvidar también a mis com- pañeras y compañeros de este programa con los que compartí el recorrido por la universidad y en quienes muchas veces encontré amistad y com- prensión cuando celebrábamos nuestros éxitos y alegrías, pero también cuando las cosas se torna- ban complicadas. UNA OPORTUNIDAD Ahora que he tomado distancia de este progra- ma, al haber egresado y encontrarme enmis estudios de maestría, puedo reconocer otro aspecto que me resulta muy valioso del programa y es su compren- sión en las trayectorias escolares complejas de los aspirantes y estudiantes que cuentan con este apoyo. Esta comprensión se puede observar en el ran- go de edad permitido para participar, en la dura- ción del programa, la cual se extiende un poco más del plan ideal de estudios y en los distintos apoyos que se brindan, encaminados a ofrecer una forma- ción cada vez más integral, que reconoce el cami- no intrincado al que sus estudiantes se enfrentan. Finalmente, quiero compartir que este progra- ma deja en mí una huella muy valiosa en mi forma- ción académica y personal. Agradezco a cada uno de los integrantes del equipo del Programa Arrupe, a mis profesores y profesoras, compañeros, com- pañeras, amigos y amigas cada saludo en los pa- sillos, cada plática en las cafeterías, en los cursos, los talleres, los encuentros, la biblioteca y cada espacio en el que pudimos coincidir y a los que llevé el respaldo y el orgullo de pertenecer a éste. Deseo que este programa siga existiendo, no solo como una exigencia a la universidad, sino como esperanza y una posibilidad de que otro mundo es posible. Mariana Gerardo Antonio Egresada de Licenciatura en Procesos Educativos Originaria de Tehuacán, Puebla EN LA IBERO

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