Contratiempo

IBERO Puebla | 10 David Eduardo Jiménez Shilón Estudiante de Ingeniería en Biotecnología Originario de Jolnajojtic, San Juan Chamula, Chiapas F ormar parte de la comunidad IBERO Puebla es total y absolutamente una de las mejores expe- riencias de mi trayectoria como estudiante, esto es gracias al programa Arrupe, el cual es un proyecto con el que estoy totalmente agradecido, en especial por el acompañamiento de todos y cada uno de los que forman parte de este; desde el primer momento que llegué a la IBERO siempre me sentí acompañado, ya sea de los alumnos de semestres avanzados como de los acompañantes. Los y las estudiantes del programa, a pesar de que tenemos nuestras propias metas personales, hacemos una comunidad que ofrece un apoyo incondicional de unos a los otros, eso es uno de los principales valores que admiro mucho de las personas que conformamos esta comunidad y que venimos de partes distintos de la repú- blica, nos damos la mano, amistad y acompañamiento. Recuerdo cómo en los primeros días de conocer- nos, cuando yo era de nuevo ingreso, los estudiantes de semestres avanzados me sorprendieron, pues le ofrecían apoyo a un total desconocido para ellos, eso fue una de las experiencias que no lo podría encontrar en otra parte y eso me hizo sentir que era un miem- bro de una familia. Gracias a esto me pude adaptar a la universidad con menos dificultades. Lizeth Mejorada Barrios Estudiante de Literatura y Filosofía Originaria de Chignahuapan, Puebla E l Programa Intercultural de Vida Universitaria Pe- dro Arrupe, SJ., ha sido una experiencia determi- nante en mi vida porque la IBERO me ha dado la mejor formación que hubiera imaginado. En ese senti- do, creo que a la universidad le favorece mucho la di- versidad de personas que integramos este programa, ya que la gran mayoría forman parte de movimientos sociales y son activistas. Al interior de la universidad mis compañeros y compañeras Arrupe son mi brújula; sus vidas, historias y su cosmovisión son mi mejor aterrizaje a la realidad que vive este país. La pandemia ha vuelto muy difícil la interacción que teníamos día a día, comiendo juntos en el comedor, platicando en las bancas o simplemen- te compartiendo proyectos y espacios al interior de la universidad, pero creo que a pesar de esa adversidad tenemos que mantenernos unidos y fuertes. Considero que los Arrupe son la realidad más tan- gible al interior de la universidad, pues en ellos se con- centra un gran dote de saberes, conocimiento y mucha experiencia. Muchos de mis compañeros y compañeras han tenido que afrontar situaciones muy adversas a edades muy tempranas que los estudiantes promedio de la universidad nunca han vivido. Ese intercambio de saberes fortalece a la insti- tución y a nuestros propios territorios, porque apor- tamos experiencia, pero también nuestra formación profesional puede y debe orientarse a pensar en el bien común de los lugares a los que pertenecemos. Como buena amante de la vida pública, me que- da claro cada mañana que el mundo es un caos. A veces me pregunto cómo le hago para pasar tanto tiempo le- yendo noticias. Como país, enfrentamos muchas com- plejidades y tragedias, vaya que grandes tragedias. Fren- te al mar de incertidumbre veo en el programa una luz muy esperanzadora, porque mis compañeras y compañe- ros nos estamos formando para potencializar aún más el trabajo que teníamos antes de llegar a la universidad. El mundo necesita personas crí- ticas pero solidarias, profesio- nalizar más los procesos de resistencia y de disidencia. Necesitamos someter a discusión los valores sociales, políticos y estéticos que deseamos que prevalezcan y que incluso tengan mayor peso en el “sentido común”. La comunidad Arrupe, junto con el cuerpo acadé- mico, tienen una gran labor y co-responsabilidad con el mundo fuera de la universidad, en todos los senti- dos es un honor formar parte de una comunidad dis- puesta a ser y hacer para el prójimo. AL INTERIOR DE LA UNIVERSIDAD MIS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS ARRUPE SON MI BRÚJULA; SUS VIDAS, HISTORIAS Y SU COSMOVISIÓN SON MI MEJOR ATERRIZAJE A LA REALIDAD QUE VIVE ESTE PAÍS EN LA IBERO