Contratiempo

ContraTiempo | 15 EN LA IBERO yectamos películas en casa, de todos modos, es súper distinto”. Cosas como asistir a las fiestas de gaita del Parque España, salir a reuniones familiares y po- der ir a la universidad son las actividades que ella más extraña. Sin embargo, en el desierto de la incertidum- bre encontró en patinar el oasis liberador, pues en los primeros meses notó lo bien que le ha- cía sentir: “es algo en lo que actualmente invier- to mucho tiempo e intento realizarlo diario porque en- contré que es algo que me gusta mucho”. “Los primeros meses me sentía triste y el con- texto volvía todo muy raro, por lo que salir se convirtió en algo liberador y creo que llegó en el momento indicado (…) pude salir de mi burbuja de comodidad, pues mientras patino empecé a convivir con gente que vive en una rea- lidad muy diferente a la mía, a la nuestra como universitarios de la IBERO”, asegura. Y continúa: “Pude entender que aquellos con posibilidades de hacer la cuarentena es porque cuentan con cierta solvencia económica y mu- cha gente desafortunadamente vive al día, por lo que les es imposible realizar el confinamiento”. Si bien el futuro próximo aún luce opaco, Ni- cole dejó en claro su optimismo durante toda la charla. Aquel que resulta tan complicado hallar en estos días, pero que a ella le da la esperan- za en que pronto tendremos otra realidad a la cual llegaremos caminando en el tiempo o quizá, como ella, patinando. PATINANDO EN ESTA NUEVA REALIDAD: A l momento de escribir esto, han pasado 49 semanas desde que la vida, no sólo en México, sino en el mundo entero cambió. Está de más hablar de ello, pues el bombardeo informativo sobre el tema no ha parado. Miles de historias de vida cambiaron. Este su- ceso desconoció edades, nivel socioeconómico, nacionalidad y afectó a todos; aquello que nos daban cierta certeza en nuestro día a día, dejó de ser un verdadero referente, pues nada volve- rá a ser igual. Para Nicole Fernández, estudiante de Arte Contemporáneo en la IBERO Puebla, su proceso universitario se vio afectado, igual o más que otros cientos de miles de estudiantes en nuestro país. Cursando actualmente el cuarto semestre, sólo un periodo académico fue en modalidad presencial. “Ha sido bien raro porque siento que nadie quiere creer, yo tampoco, en la ‘nueva normali- dad’. Pensar que las cosas no van a ser como an- tes está horrible y considero que nadie lo cree al cien por ciento. Creo que todos tenemos la espe- ranza que con la vacuna todo vuelva a ser como antes” comentó en entrevista para Contratiempo . El cambio en su día a día fue radical, pues comenta no haber salido absolutamente a nada, ni al pequeño jardín de su casa, durante los pri- meros dos meses. “Luego de eso sentí muy raro incluso sentir el sol, o al momento de ir en el ca- rro y percibir el aire porque de plano no salía ni a la esquina”, agregó. Como a todos, mudar sus actividades fue obligatorio para sobrellevar la situación, pero re- sulta complicado engañar a los sentidos; “extraño mucho ir al cine, pese a que en mi familia com- pramos un proyector para suplirlo y ahora pro- “EN EL DESIERTO DE LA INCERTIDUMBRE ENCONTRÓ EN PATINAR EL OASIS LIBERADOR Alberto Méndez Fragoso Estudiante de Comunicación

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3