Contratiempo

IBERO Puebla | 10 EN LA IBERO H ablar de los últimos meses es, en cierta for- ma, un poco duro. Han pasado tantas cosas que parece que he andado sobre un cami- no lleno de baches, atardeceres momentáneos y tormentas que suelen aparecer de manera regular, pero la mayor parte del tiempo sólo es un camino solitario que parece ser el mismo, aunque sigas avanzando, sin embargo, creo que he aprendido a caminar en él. Desde que la pandemia comenzó, las dificul- tades aparecen todos los días, he tenido que inno- varlo todo, ahora cada parte del día es diferente y trae consigo nuevos retos que se deben sobrelle- var; lidiar con las clases virtuales ha sido desgas- tante, es difícil tener que adaptarse a este nuevo modo de vida, a los nuevos horarios, a las nuevas tareas e incluso a las nuevas personas que hemos encontrado en este camino. Y la verdad es que mi vida dio un giro enor- me, las cosas cambiaron en todo sentido. No todo ha sido malo, esta situación me permitió acercarme muchísimo a mi familia, ahora la pa- samos todo el día juntos, algo que no pasaba antes porque las activi- dades de cada uno nos alejaban; claro que solíamos buscar momen- tos para pasarla juntos, pero aho- ra hemos compartido clases, home office , comidas, almuerzos, cenas, de todo, algo que después de la pandemia será di- fícil volver a repetir; el poder estar así de cerquita con quienes más amo me ha dado ganas de seguir en este camino que a veces parece interminable. Lamentablemente, sí ha habido cosas malas y aunque al final no sea lo que defina mis días, cla- ramente me ha afectado bastante. ¿Cómo se lleva una amistad o cómo se dan abrazos vía Zoom ? El último día que vi a mis amigos fue el fin de sema- na antes del inicio de la cuarentena, había risas y malos chistes, pasamos un tiempo hablando so- bre el virus, incluso bromeamos sobre la posible cuarentena y la dudosa procedencia del mismo, nos despedimos sin saber que sería la última vez que estaríamos juntos, que no nos veríamos ni para nuestra graduación de preparatoria y que ahora cada quien cami- naría su propio camino. Ahora rara vez hablamos, a veces sólo para saludarnos e intercambiar un par de mensajes e intento evadir el he- cho de que ahora las cosas son diferentes. Pero no puedo engañar a nadie y decir que estoy bien, porque no es así, extraño bailar hasta que mis pies dolieran, extraño sentir el agua del mar, extraño reírme a carcajadas en el salón de clases, extraño compartir momentos increíbles en festivales de música o incluso las pequeñas salidas a los cafés locales de mi ciudad, extraño ser lo que antes fui. Pero como en todo, hay que adaptarnos, y eso es lo que he hecho durante los últimos meses, intento buscar nuevas cosas que hacer, probar y sentir. Al inicio de la cuarentena decidí adoptar una vida más saludable, de igual forma he tenido la oportunidad de ser parte de diversos proyectos y colaborar con diversos programas a nivel nacional e in- ternacional, también me he mantenido activa en el trabajo social, conferencias y talleres. Lamentablemente, hay quienes luchan día con día contra los efectos colaterales del coronavirus, hay quienes han per- dido sus empleos e incluso quienes han perdido a familiares en esta lucha. Durante la pandemia he aprendido infinidad de cosas desde una perspectiva distinta, he aprendido so- bre la importancia de trabajar en comunidad, empezando desde el cultivo sano de nuestra individualidad y he con- cluido que necesitamos renovarnos, para poder favorecer a quienes nos rodean y viven con nosotros esta lucha que parece no terminar, dejemos de pensar en un ‘’yo’’ indivi- dual y comencemos a perseguir sueños colectivos, luche- mos por todas y todos. OTRO DÍA MÁS DE ¿CÓMO SE LLEVA UNA AMISTAD O CÓMO SE DAN ABRAZOS VÍA ZOOM ?” Kiara Marlene Madrigal Alonso Estudiante de Ingeniería Biomédica

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