Contratiempo

IBERO Puebla | 4 OPINIÓN Miranda Cid Nieto Estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública Y a va poco más de dos meses desde que la IBERO Puebla mandó a los gansos a sus respectivos hoga- res. Un mes lleno de incertidumbre, preocupaciones, clases en línea y, sobre todo, un giro en la vida de todos nosotros, en mayor o menor medida. Les voy a contar un poco de mi experiencia personal y así, probablemente se sientan menos solos. Al principio, no voy a mentir, todo era un caos. Vivir de nuevo con tus papás puede ser un poco complicado, so- bre todo, las primeras semanas. Si eres foráneo, como yo, llega un pun- to en el que te acostumbras a vivir por tu cuenta, y cuando vuelves a casa, se siente bonito estar ahí por unos días. Pero cuando hablamos de unos meses, puede complicarse un poco más. Pero bueno, al cabo de un rato, te acostumbras. Además, las primeras semanas no estaba segura de cómo iban a ser las clases en línea. Me sentía un poco aturdida por todos los cambios que hubo en tan poco tiempo y de manera inesperada. Ahora que ya ten- go una mejor comunicación con mis profesores, me siento un poco más tranquila, aunque claro, no hay nada como una clase presencial. Sinceramente, llega un punto en el que ya no sabes qué hacer, y empiezas a hacer de todo. No puedo contar las ve- ces que he cambiado los muebles de lugar, o las veces que he tratado de hornear un postre, sin lograr los mejores re- sultados, por cierto. TIEMPOS DE HE QUERIDO OCUPAR ESTE TIEMPO PARA REFLEXIONAR, CONTROLAR MIS EMOCIONES Y TRATAR DE ADAPTARME LO MEJOR QUE PUEDA”

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