Contratiempo
6 En la Ibero Red Juntos 19-S, sigue la reconstrucción a un año de la tragedia Por Alberto Méndez Fragoso | Estudiante de Comunicació H a transcurrido poco más de un año des- de aquella inespe- rada, trágica e histórica sacudida que la tierra le dio a la zona centro del territorio mexicano. Ese mítico número 19 volvería a darnos de qué hablar, de nuevo en septiembre. La madre naturaleza sor- prendió con un sismo de 7.1 grados en escala de Ri- chter alrededor de la 1:14 de la tarde con epicentro en Axochiapan, Morelos, al límite con el estado de Puebla. 32 años después del terremoto de 1985 la tierra se cim- bró una vez más y con ello resurgió la esencia solidaria que caracteriza a México como país. Los medios de comunicación, organizaciones civiles, instancias gubernamentales y, los más importantes, la población en general, se movilizaron para ayudar a quienes más lo necesitaban. Lo que importaba era ayudar. Los jóvenes que representan un gran porcentaje de la po- blación y que, en ocasiones, son considerados indiferentes, egoístas, flojos, desinteresados demostraron que este país no se iba a quedar solo. Como sociedad estiraron la mano a aquel que lo necesitaba. El 19 de septiembre de 2017 pasó a ser un recordatorio más en la historia sísmica de México. Los daños estaban hechos. Tan sólo en Puebla se vieron afectados 112 municipios y cerca de mil 400 comunidades; 45 personas perdieron la vida, 31 mil 875 viviendas fueron afectadas, mientras que 530 edificios históricos, mil 514 es - cuelas, 14 hospitales y 82 centros de salud sufrieron daños de leves a graves. Ante la desgracia, la comunidad universitaria no se quedó inerte y se conformó la Red Juntos 19-S, la cual continúa con las labores de apoyo a más de un año del sismo, contó Bren- da Ramírez Rodríguez, encargada del proyecto, en entrevista con Contratiempo . ¿Cómo surge la iniciativa? A partir del sismo del 19 de septiembre la universidad se con- virtió en un importante centro de acopio. Al llevar lo recolectado a diversas comunidades afectadas se notó el descontrol y la falta de sistematización de la información de daños, beneficia - rios y aquellos que recibieron apoyo. Al asistir a estas comuni- dades nos dimos cuenta de la existencia de otros grupos de ayuda; al final, se decidió, mediante el diálogo, seguir ayudando a la población, pero de forma organizada. Al inicio se lograron juntar alrededor de 40 organizaciones para realizar un proyecto coordinado o por lo menos recolectar información de todas las organizaciones que permitiera la toma de decisiones de forma ordenada; para finales de enero, principios de febrero de este año, quedaron alrededor de ocho o nueve organizaciones que sí quisieron seguir con un trabajo colectivo, dando así inicio a la Red Juntos 19-S. Los que conformamos la Red son OXFAM México, Ayu- da en Acción, World Vision México, Fundación Beck para el Desarrollo, la Universidad Iberoamericana Puebla, el Nodo de Derechos Humanos y el Programa de las Nacio- nes Unidas para el Desarrollo (PNUD), en colaboración in- termitente por cuestiones de trabajo en México y Puebla. Fue hasta mediados de abril que se empezó a trabajar en un proyecto conjunto y en la búsqueda de fondos. ¿Cada organización cuenta con una función en específico? Sí y no; la Red 19-S trabaja en las comunidades donde cada or- ganización que integra el proyecto tenía acciones previas, no es que se buscaran comunidades nuevas; en el caso de nuestra universidad se optó por adoptar dos comunidades del Valle de Atlixco desde el mes de diciembre de 2017. Con estas comuni- dades existe un proyecto personalizado. Lo que hace la Red es sumar las acciones de cada orga- nización, cada una aporta al proyecto sus comunidades y sus propios medios de ayuda. Por ejemplo, Ayuda en Acción trabaja en la Mixteca Poblana. Al hacer un proyecto conjunto tuvimos que definir cuatro ejes de acción: OXFAM se encarga de la Organización Comuni- taria, es decir la prevención de riesgos socio ambientales. La IBERO ve por el componente de Reactivación Económica me- diante la economía social de las comunidades. El componente de Contraloría Ciudadana está bajo el control de la misma ini- ciativa ciudadana, de esta forma es como se coordina cada una de las actividades que se realiza en cada comunidad. Por últi- mo, se encuentra la parte de Recuperación de medios de vida. ¿Con qué proyectos inició la universidad su propio pro- yecto de apoyo? Se dividió en la atención de tres líneas: lo correspondiente a la recuperación material (espacios físicos y viviendas) mediante proyectos de “recuperación rural progresiva” y el diseño partici- pativo con seis casas en la comunidad de Huaquechula, a eso se suma el reconocimiento de espacios públicos, mapeo gene- Fotos por: Ramón Técolt
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