Contratiempo
4 5 En la Ibero En la Ibero A inicios del semestre, en la clase de Derecho de la información, nos ex- hortaron a participar en el Primer Concurso Universitario por la Libertad de Expresión “No al silencio”, convoca- do por Quinto Elemento Lab y un grupo de instituciones de educación superior. Dicho concurso invitaba a estu- diantes de licenciatura y posgrado a presentar “piezas creativas originales que, utilizando cualquier plataforma tecnológica, puedan exhibirse y difun- dirse en redes sociales, en las que aborden la situación de la libertad de expresión en México”. En nuestro caso, el equipo decidió hacer un video en el que la idea central fuera dar a conocer la censura que sufren los periodistas en México y el impacto directo que ésta tiene con nuestro derecho como ciuda- danos a estar informados. Cabe destacar que el 99.6% de los crímenes contra la prensa en México quedan impunes, por lo que nos pare- ció necesario que la población conocie- ra lo que está sucediendo y se sintiera involucrada con el problema, dejando claro que al ser agredido de cualquier manera un periodista, nosotros los ciudadanos somos también quienes Participar es la única opción en la que siempre gana la ciudadanía Por Alejandra Quechol y Quetzalli Sánchez | Estudiantes de Comunicación sufrimos las consecuencias quedando como audiencias desinformadas. Es por ello que en el guion de nues- tro video “Vulnerables”, la censura se encuentra ligada directamente con el poder político y el control que este tie- ne sobre los medios de comunicación y tiene como premisa que cuando censu- ran al periodista, vulneran tu derecho de estar informado. A mediados del mes de mayo, nos notificaron que “Vulnerables” había obtenido el primer lugar, así como el premio del público. En la explicación respecto a por qué otorgarle a nuestro trabajo el primer lugar, mencionaron " Conocimiento interno de tanto bien recibido, para que yo enteramente reconociendo, pueda en todo amar y servir”. Como bien sabemos muchos de los que formamos parte del Sistema Universitario Jesuita, esta es una máxima igna- ciana que siembra en nosotros un deseo de amor, de comu- nidad y de justicia. Es también un sentir, decidir y actuar bajo los valores de nuestra fe cristiana; poniendo nuestro ser al servicio de quienes más lo necesitan. Sin embargo, tardé un poco en entenderlo. ¿Y cómo por fin lo entendí e hice mío? Atreviéndome a vivirlo en carne propia. Fue así como decidí aprovechar una de las modalidades (que a mi parecer todos deberían de tomar) que la Universidad Iberoamericana propone para el Servicio Social: la inserción. Una decisión un poco complicada ya que involucraba esfuerzos y sacrificios importantes. Sin embargo, hoy estoy seguro que de ser necesario, los volvería hacer. Fue entonces que me seleccionaron para participar en el proyecto de Reconstrucción del Tejido Social, en Tancítaro, Mi- choacán (La capital mundial del aguacate). Tancítaro es una co- munidad a la que vale la pena mirar desde muchas vertientes. Esta hermosa comunidad tiene una organización social muy fuerte y digna de admirar. Tanto así que ha roto paradigmas en cuanto a seguridad, política, educación y economía; viviendo una lucha diaria por una profunda y real prosperidad. Llegué a integrarme al equipo encargado del área de Eco- nomía Social, sin embargo existe también un fuerte trabajo en las áreas de gobernanza, educación, espiritualidad y atención psicológica. Es aquí en donde comencé a entender este deseo ignaciano que mencioné al principio. Una vez me explicaron cómo y cuál era el trabajo que se estaba realizando en el área, fue momento de hacer una pausa. Con el equipo de trabajo me senté a planear a partir de mis herramientas y habilidades, cuál sería mi aportación al proyecto. ( Conocimiento interno de tanto bien recibido ) Este fue sin duda uno de los pasos más importantes que he dado en mi desarrollo profesional y personal. Por primera vez mis habilidades y conocimientos de la carrera serían puestos al servicio de necesidades muy reales que estaría por palpar con mis pro- pias manos. Dejarían de ser proyectos aca- démicos evaluables con una nota y se convertirían en tra- bajo real con la gran responsabilidad que este conlleva. Una vez planteado el camino a seguir, tras comenzar el contacto con la Servicio Social: Amar y Servir Por Víctor Abraham Briones Payán | Estudiante de Diseño Gráfico comunidad para asegurar que el trabajo planteado fuera per- tinente y necesario, me vi involucrado en cuatro proyectos fas- cinantes. Medicina Tradicional y Terapias Alternativas: Zirimón- diro, Huerto para nutrir el comedor comunitario de Urínguitiro, proyecto ecológico con escuelas primarias y telesecundarias y Café: La esperanza de Pareo. Fue aquí en donde todo este conocimiento interno comen- zó a tomar forma y sentido. Me hice amigo de la gente involu- crada en los proyectos y aprendí a trabajar a su lado. Entendí mucho del sentir y actuar de estas personas y me comprometí con ellas a soñar sus sueños. Y entonces, pudimos comenzar a ver resultados. ( Amar y Servir ) Al final logramos apoyar en la mejora de las marcas de pro- ductos (La esperanza de Pareo y Zirimóndiro), así como hacer las recomendaciones necesarias para mejorar sus procesos y su evolución económica hacia un modelo económico social y solidario. Aportamos en la logística y la realización de las ac- tividades (Proyecto ecológico y huerto) para que la comunidad pudiera también apropiarse de esos mismos procesos. Fue sin duda una experiencia de inserción muy profunda y de mucho trabajo. Y sin embargo, en cada uno de los proyectos en los que participé, en cada una de las personas con las que compartí, en cada uno de esos nuevos amigos que hice encon- tré mucho más de lo que jamás podré darles: un ejemplo muy vivo de amor, de compasión y de lucha por la justicia. Mismo sentir que hoy guía mi vida. Hoy tengo muy claro que nuestra sociedad está llena de retos y necesidades, que hay una fuerte situación de injusticia y dolor entre nuestra gente (y de la cual no estamos exentos). No obstante, eso mismo ha despertado una lucha muy real y ver- dadera por un país y un mundo mucho más justo y amoroso. Y considero que es justo por ese sueño, desde donde sea que es- temos parados, a lo que todos nosotros deberíamos de aspirar. A todos los que aún no realizan su servicio social yo les di- ría: optar por una alternativa así para hacer el servicio social es empezar a caminar hacia una sociedad diferente. Y el hecho de que se atrevan es también una luz de esperanza en la creencia de que otro mundo es posible y necesario. que, a pesar de no abordar los temas más fuertes, como el asesinato a pe- riodistas, mostraba lo que el periodis- ta vive diario y cómo al final no sólo es problema de éste, sino que termina afectando a las audiencias. Cabe señalar que el segundo lugar lo obtuvo otro equipo de la Ibero Puebla con el audio “Nuestras armas no dispa- ran balas, disparan verdades. -Cándido Ríos”, el cual mostraba mediante un collage sonoro, los asesinatos de perio- distas ocurridos en 2017. La premiación se realizó el 23 de mayo, en el Museo Memoria y Toleran- cia y estuvo bajo la conducción de los periodistas Karla Rivera y Javier Risco. El conductor de Así las Cosas en W Radio, señaló que en sus tiempos era difícil establecer vínculos creativos con personas de otras universidades, lo cual considera lamentable porque se pierden oportunidades de conocimiento y visión y resaltó que la participación es lo que nos permitirá tener un México distinto. Por su parte, Karla Rivera hizo hincapié en lo difícil pero necesario que es el es- tar informados. Ya que, gracias a ello se devela una seria y cruda realidad. De acuerdo con datos de la organización Artículo 19, de 2009 a 2017 de 2 mil 765 agresiones registradas contra periodistas, mil 352, equivalente al 48.89%, se dieron por parte de funcionarios públicos y tan sólo 273 por parte de crimen organizado.
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