Contratiempo

4 5 En la Ibero “Si no pudiera bailar, mi vida no tendría sentido” E n el marco de la muestra semestral de talleres artísticos, parte del equipo de Contratiempo estuvo presente en los grupos de danzas. Alejandra Parker Díaz, de Polinesias; Jorge Eduardo Arellano Rodríguez, de Coreográfico, y Valeria Galindo Capitto, de Árabe nos cuentan más sobre su experiencia. ¿Para ti qué es la danza? AP: Para mí, la danza es vida. Yo sé, que, si no pudiera bailar, mi vida no tendría sentido. A la vez, es expresión. Poder reflejar y decir tantos sentimientos a través de los movimientos, los cuales no tienes que explicar porque el cuerpo habla solo, y estos en conjunción con los vestuarios, maquillaje y peinado, forman una imagen visual que se puede sentir, empatizar con aquello que se muestra, independientemente de la danza. JEA: Es unmétodo de expresión, una manera de mostrar quién soy al mundo, además de ser una gran manera de desestresarme y hasta ejercitarme. VG: Es la forma de expresión más íntima que representamos con nuestro cuerpo. ¿Qué sientes al bailar? AP: Al bailar, me siento liberada, enamorada, y feliz. Pero creo que lo principal, es que me siento viva. La emoción que siento a la hora de ponerme un pareo para un ensayo, o el vestuario para alguna presentación, me llenan de alegría inmensa. Y al estar en el escenario, es esa sensación impresionante de estar completa, llena y viva a todo lo que da. JEA: Siento la mirada de todo el público y eso me hace sentir nervioso, pero también muy emocionado. Cuando logro un paso complicado y la gente grita o aplaude, es una sensación increíble, así como al terminar y que te hagan saber que lo hiciste bien es una gran motivación. VG: Siento una conexión especial conmigo dónde puedo sentir mi propia energía fluir en el espacio dónde estoy, es sentirme presente en el ahora. Desde cuándo bailas y qué bailas? AP: Yo bailo desde los 3 años. Durante el kinder llevé clases de ballet, y me di cuenta de que realmente no me gustaba porque era muy estricto. Por eso, a los 5, empecé a bailar Danzas Polinesias, que es lo que he bailado la mayor parte de mi vida. Al ingresar a la universidad, estuve durante un año bailando Ritmos Latinos, principalmente Salsa, Bachata y Cumbia; esta es un baile que disfruto muchísimo. Y posteriormente, desde hace casi un año, volví a bailar Danzas Polinesias, en lo que estoy actualmente, y puedo decir con seguridad, que es mi mayor pasión. JEA: Este es mi primer semestre bailando VG: Desde hace dos años. Qué te motiva a bailar? JEA: Es algo que siempre había querido hacer, siempre la llamo la atención los distintos tipos de danza y no había podido encontrar un buen lugar donde practicarla, entonces al ver la presentación del grupo de baile coreográfico, supe que debía intentarlo y ha sido una gran decisión. VG: La sensación de libertad que me da la danza, aún cuando enfrento frustrada en mi movimiento, siempre me dan ganas de seguir. ¿Crees que te ayuda en tu formación académica? JEA: Sí, algunos de los ejercicios en clase ayudan a vencer miedos, así como el presentarse te ayuda a ser más seguro de ti mismo y tener una mejor presentación ante un público y eso te hace mejor orador. Además de como dije previamente me ayuda a desestresarme a estar más tranquilo y más activo. VG: Si, es un compromiso que se forma con mi cuerpo y mi salud en general, cómo diseñador a veces uno se olvida de la importancia de cuidarse tanto mental cómo físicamente, y la danza te da esa responsabilidad de cuidado. Por Contratiempo HISTORIAS DE VIDA L a casa hogar Mariana Allsopp es un espacio para niñas de entre 12 y 17 años que han pasado por situaciones difíciles en su vida y viven ahí de domingo a viernes. Fui voluntaria dando clases de historia y ahí tuve la oportunidad de adentrarme a realidades diferentes a la mía, con ello valoré lo que he vivido y sobre todo sentí que debía enfocar parte de mi lucha con ellas. He aprendido mucho de las chicas, también me di cuenta de que tienen mucho por dar y aportar a los demás. Es por eso que los proyectos “mensajes para el mundo” y Colectivo Amor” decidieron trabajar con ellas, generando así una campaña de donación de libros en la universidad del 28 de febrero al 6 de abril de este año, la cual terminó con una satisfactoria entrega. El día de la entrega de los libros, las niñas asistieron a la Universidad para una ceremonia en la que se les dirigieron al- gunas palabras de lo que se pretendía con esta actividad y uno de esos objetivos fue crear un mayor sentido de comunidad, no solo dentro de la Ibero sino también fuera. Es por eso que después fue el turno de las niñas para hablar, para alzar su voz sobre algo que quisieran decir y ser escuchadas. Así, hubo tres actividades: un mural colectivo, una graba- ción para ser transmitida por Radio Ibero y la creación de redac- ciones para el periódico Contratiempo. Ellas eligieron en qué equipo querían participar y sobre qué tema querían trabajar, para esto se les dio total libertad de expresarse en un tiem- po aproximado de una hora. Los temas que surgieron fueron desde el cuidado ambiental hasta el uso de drogas, todos con gran pertinencia social y muchos planteados incluso desde la experiencia, lo cual le dio un valor especial a los mensajes que ellas genuinamente quisieron compartirnos. El amor [María del Carmen López Miranda - 17 años] Había una vez una joven de 31 años que desde muy peque- ña creía en el amor, se lo imaginaba de una forma muy bonita y hermosa. Con el paso del tiempo se enamoró de un chavo ma- yor que ella, él la enamoró de una forma muy diferente, hasta que llegó un momento en que él le declaró su amor y fueron no- vios. En un momento él exageraba mucho al expresarse hacia ella. Él era más exigente en querer que le diera otra cosa, pero ella no quería. En un tiempo, él dejó de ser la persona que era antes, le era infiel a la chica y ella se ponía triste, hasta llegó el momento en que ella lloraba y se desesperaba de que no podía hacer otra cosa. Su mamá la iba a visitar a su casa y le decía que debía dejar a ese hombre y ella no le hacía caso. Pasaron años y ella tomó la decisión de dejarlo y desde entonces ella ve el amor de otra manera y por eso dejó de creer en el amor. Si en un momento se llega a enamorar es porque su corazón se lo pide, que es el hombre correcto. Yo pienso que el amor es muy bonito pero conforme vayamos conociendo a varios chicos nunca se nos va a olvidar el primer amor porque él nos enseñó cómo es y nos enseñó a creer en el amor. Por eso les invito que nunca dejen a la chica que las ama, porque nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. Drogas [Hannia Itzel Carreón Martínez - 14 años] Yo escogí este tema porque me interesó, porque en la colo- nia en la que yo vivo hay muchas drogas y hay chavos y chavas que vemos que ahí se están drogando o se están inyectando con las famosas drogas del PVC, la droga del cocodrilo y mu- chas más. He platicado con esas chavas porque la verdad yo me junto con puro marihuano pero pues, la gente es bien criticona y no tiene nada que hacer más que criticar a la demás gente y todos creen que si yo me junto con puro marihuano, yo voy a ser igual que ellos pero pues, yo pienso que no solo por juntarme con ellos yo voy a ser igual, sino que yo les debo dar mi apoyo para que ya no sigan en ese vicio que algún día los va a matar y los va a dejar en algo malo. Ellos se metieron en las drogas por pro- blemas en su casa, con la familia y con los amigos pero crean más problemas familiares. Por eso ellos decidieron meterse a las drogas y olvidar todos los problemas. La niña sin amor [Ingrid Xicohtencatl Gutiérrez - 14 años] Había una vez una chava que tenía una familia en la que siempre gritaban y se peleaban todos los días, entonces la niña veía todo, escuchaba todo y fue creciendo con violencia. Cuan- do tenía 10 años, la niña empezó a consumir drogas, se salía de su casa y andaba todo el día en la calle. No iba a la escuela, cuando quería entraba, si no, pues no. No le importaba nada, pero un día sus papás se enteraron de todo lo que hacía y le pegaron muy feo. Entonces la niña se salió de su casa y no llegó. Sus papás salieron a buscarla y la encontraron en un campo con muchos chavos y chavas dro- gándose. Entonces sus papás se la llevaron a su casa y no la dejaban salir y como la niña ya no sabía qué hacer para salir, les dijo a sus papás que quería seguir estudiando y la volvieron a meter a la escuela, pero la niña no entendía y seguía en lo mismo y entonces pasó el tiempo y ella ya había crecido. Co- noció a un chavo que la hizo cambiar y entonces el chavo y ella eran felices, pero cuando ella volvió a juntarse con sus amigos que se drogaban, se enojó mucho que no le habló por mucho tiempo, entonces a la chava le valió y se siguió juntando con ellos, pero ya no solo la consumía, sino que ya la vendía, estaba ya muy mal. Cuando su novio se enteró, la trató de ayudar pero no que- ría que nadie la ayudara, él se puso mal por todo lo que estaba pasando con ella y a la chava ya la buscaba la tira y ella ya no Por Valeria de León y Martha Olimpia Martínez "LA DANZA ES VIDA"

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