Contratiempo
10 11 Arte y Cultura A lójese en su aposento. Este debe ser elegido con suma cautela. Si le tienta el olor de la cocina, evítela; si la sala le parece realmente cómoda, de media vuelta; si hace un clima agrada- ble, no salga al jardín. Ninguna de ellas es buena opción, el secreto se halla en el encierro. No vaya a adormecerse sobre el sofá, ni a quemarle las ideas un rayo de sol, o a satisfacerse su iniciativa con la comida. La morada debe estar libre de distracciones. Si pasa la mosca, no le sople, no la despanzurre; pón- gase de pie dignamente y huya. Atranque la puerta y la ventana, sólo lleve consigo papel, pluma y una taza de café (pequeña, evitando de este modo sa- lidas innecesarias para orinar). Si es usted cafei- nómano, cargue consigo una bacinica, porque qué trabajoso sería desatrancar la puerta, correr de ida y correr de regreso. Mejor quédese, encláustrese y apriete las piernas. No se distraiga. Créame, no hay vista más interesante que la del soso papel en blanco. Una vez seleccionada su guarida, busque una mesa y el trono adecuado y sobre él sitúe la nalga izquierda, para después situar la derecha (o vice- versa), concéntrese, no vaya a situar una encima de la otra. Calmadamente y sin irse de lado, recline su peso hacia la mesa, coloque el brazo izquierdo a un costado y luego el derecho en el otro costado (o vice- versa), pero no se enrede ni se vaya de bruces. Paso seguido: sujetar el bolígrafo firmemente; acarícielo… ¡no, no tanto! o este hará después su santa volun- tad y terminará usted dibujando garabatos; ordénele con mayor autoridad y escriba. Y si al transcurso de unas horas no ha consegui- do redactar más que incoherencias, salga a cazar a la mosca y métala en el cuarto, deje que por las cortinas atraviese el sol, chismorreé por un rato en la cocina y tenga sexo en el sofá. Regrese, ahora lle- no de historias, abra todas las puertas y todas las ventanas, y en medio del barullo, escriba. Instrucciones para escribir Por Violeta Carrasco Jiménez Estudiante de Comunicación En la cabeza se tiene una voz, se escucha con gran calor. Esa voz proviene del cielo. De esa brisa que se siente, no podemos escapar. Es importante esa voz, porque con ella el hombre es feliz. La verdad no se pude ocultar. Leemos en las tinie- blas. Transparentes son las letras. Definimos los resultados de las palabras, ellas nos hacen sentar cabeza, nos perdonan y nos escuchan. Voz Celestial Por Marlene Socorro Herrera Huera Alumna del Taller de Creación Literaria Opinión Ni 43, ni 72… van 20 y contando Por Samantha Martínez R. | Estudiante de Relaciones Internacionales E l 20 de marzo fue reportado el feminicidio número 20 en lo que va de este año en el estado de Puebla. El cuerpo muerto, desnudo y con marcas de violencia sexual de una joven de aproximadamente 22-25 años fue encontrado en San Lucas Atoyatenco, perteneciente al municipio de San Martín Tex- melucan. Debo reconocer que la noticia no me ha tomado por sorpre- sa puesto que la situación actual del estado de Puebla es de un silencio rotundo ante dicha situación, o al menos eso han hecho y dicho las autoridades, nada. Silencio total. Silencio como las voces de esas 20 mujeres que han sido calladas, calladas y opa- cadas por el simple y sencillo hecho de ser mujer. Siendo mujer y poblana, considero que es una situación que más allá de indignarme y molestarme, me causa cierto dolor en el pecho acompañado de un mal sabor de boca. Nos están matando. Están acabando poco a poco con nosotras y no hemos hecho nada para detener estos asesinatos. Ya no es una, ya no son cinco, ya son 20 y tal vez en un mes, sean 25 o 30, es más, a este ritmo podrían ser 43 y a final del año 72 o tal vez más. Pensemos un poco en cifras, el lugar donde trabajo está conformado en su mayor parte por mujeres, mujeres de edades entre 17 a 45 años aproximadamente, mujeres que deben to- mar el camión y caminar para poder llegar sus casas. Mujeres que tienen una familia que las espera al término de cada jorna- da. El día que escribí esto mientras estaba trabajando, imaginé que pasaría si de un día para otro dejarán de ir 20. El lugar don- de trabajo iría a la quiebra o tal vez en dos días serían reem- plazadas por otras 20, que realmente es la opción más viable. Puesto que el negocio debe proseguir. La vida y mucho menos el mundo se detienen porque le faltan 20 personas, ni porque le faltan 43, ni menos porque le faltan 72. El mundo sigue, la vida continua y las historias conti- núan escribiéndose. Sí, al menos para nosotros sí. Mientras que en algunos lugares de Puebla, algunas lágri- mas se derraman, otras familias se rompen, algunos niños se quedan sin sus madres, esposos viudos, padres sin sus hijas, la vida debe seguir para ellos, mientras esperan justicia de las vidas que les quitaron, del aliento que se llevaron, de las voces que se callaron. Porque una somos todos, porque 20 somos todos. Por las 20 mujeres que han sido asesinadas en el estado de Puebla y que no podemos dejar de lado, que no podemos olvidar, que no podemos sepultar. Por ellas, que somos todas: 20 Sin Identificar 19 Mercedes C 18 Vanessa Guadalupe Ángulo Oropeza 17 Anayeli Sampayo 16 Sin Identificar 15 Samaí Alejandra Márquez Salgado 14 Sin Identificar 13 Maribel Hernández Martínez 12 Sin Identificar 11 Laura Rodríguez Chauvier 10 Ingrid Vázquez Sánchez 9 Anabel Hernández 8 Nancy Canceló 7 Manuela Jiménez Acatla 6 María Balbuena Guerrero 5 Sin Identificar 4 Ángeles Leyva Pérez 3 Adriana Santos Pérez 2 Modesta Flora Tapia García 1 Brenda Tlatelpa Mora Cortesía Vladimir Zayas
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