Contratiempo
6 7 Mucho que decir, mucho que aprender En la Ibero Por: José Enrique Mozqueda Álvarez Estudiante de Comunicación En la Ibero C uando se piensa en la radio generalmente uno cree que se trata sólo de hablar por hablar. Es inevitable que a mucha gente le llegue a la mente ese concepto erróneo, porque una estación de radio va más allá de eso. Si algo me ha enseñado la vida es que todo requiere más trabajo de lo que a simple vista podemos observar u oír como es en este caso. Hacer radio no es sólo grabar por grabar. Uno tiene que tener el equipo necesario y de preferencia éste tiene que ser lo bastante bueno para que las voces se escuchen sin dis- torsión o algún problema. El manejo de éste es igualmente im- portante, no sólo con la consola de sonido, sino también con los programas para editarlo, con los cuales no puedes simple- mente abrirlos y pretender que sabes lo que haces. Todo el material de la radio está por una razón y no sólo consiste en darle al botón “grabar”. Tienes que aprender a controlar los tiempos, saber qué canciones poner, manejar los horarios, escribir y grabar spots, editar sonido en los casos que sea necesario, saber cómo actuar ante los problemas técnicos y un largo etcétera. No es sólo entrar y pasar el rato. Como todo en lo que uno quiere ser bueno, tiene que esforzarte para que todo funcione de forma óptima. Otra cosa muy importante a la hora de hacer radio es el saber hablar. A los locutores no los escogen por ser caras bo- nitas; tienen que tener una voz rasposa, es decir, que se quede en la mente de los radioescuchas y los haga volver cada sema- na o día para escucharlos. A veces pensamos que hablar no es algo sobre lo cual preocuparse, lo hemos hecho toda la vida, pero hay de hablar a HABLAR. No puedes pedirle a cualquiera que se ponga a hacer un programa de radio, porque tienes que valorar qué tan atractiva es su voz para este medio y el énfasis dado en las palabras clave. No es algo que cualquiera pueda hacer al principio y dominarlo igual toma su tiempo, por eso debes tener, por lo menos, un verdadero interés, saber cuándo alzar la voz, cómo platicar con tus invitados, mantener las co- sas interesantes y escuchar a los demás. Puede que la radio suene menos atractiva para las per- sonas en comparación con otros medios como la televisión o el internet, pero su encanto único. El tener sólo tu voz para comunicarte con las personas, dar un mensaje sin recurrir a imágenes, mantener el interés sin hacer tonterías, tener siem- pre algo que decir, escuchar pacientemente lo que otros dicen, son cosas que no muchos poseen. Este medio es perfecto para aquellos que tienen mucho que decir, para los que quieren compartir sus opiniones e ideas al mundo. Es algo de lo que puedes sacar bastante pro- vecho, todo dependerá de tu dedicación y ganas de trabajar. Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano Por: Alexa Velázquez Rodríguez Estudiante de Relaciones Internacionales A demás de ser mexicanos, parte de nuestra identidad se define por el ser latinoamericanos. Característica que nos da pertenencia y nos permite empatizar con las distintas realidades de nuestros vecinos del Sur, las cua- les, en realidad, no distan tanto de la nuestra. Somos países que comparten cultura, lengua, fauna, flo- ra, tradiciones y problemas, claro que no los mismos, pero similar en cuanto a nuestra vasta diversidad en todo lo que compartimos. América Latina es una región de la cual debe- ríamos estar orgullosos, y por ello, nuestro deber es conocer nuestra historia para reconocernos en el contexto mundial actual y poder finalmente actuar con la importancia que nos merecemos. Así, el Programa de Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL) cumple un rol esencial, ya que, es un proceso de formación diseñado y coordinado por la Aso- ciación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América latina (AUSJAL). Está pensado para jóvenes que buscan desarrollar capacidades, habilidades y destrezas en el liderazgo con compromiso social, desde el enfoque ignacia- no. Al igual, potencia la proactividad, la búsqueda del bien común y la sensibilización social a través del contacto directo con ambientes diferentes a su realidad cotidiana. Este programa también desea orientar a los participantes para que se asuman responsablemente ante sus sociedades con sentido de lo público, así como para brindarles las com- petencias necesarias para participar en procesos de incidencia ante problemas sociales, desde el compromiso con la vida, la fe y la promoción de la justicia con un conocimiento más am- plio de su ser latinoamericano. Como participante del PLIUL estoy muy entusiasmada por iniciar este gran proyecto junto con mis nuevos compañe- ros. Estoy segura que permitirá desarrollarnos personal y es- piritualmente, así como a ser más conscientes de nuestra rea- lidad y de los problemas sociales que tanto en México como regionalmente enfrentamos, para así encontrar verdaderas soluciones inmediatas y futuras. Espero que esta oportunidad sea aprovechada por cada uno de nosotros para que los frutos de esta experiencia se vean reflejados en nuestro incidir diario y que este programa de li- derazgo nos impulse como verdaderos líderes a dar y servir a los demás. Foto por: Programa universitario ignaciano
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