Contratiempo
14 15 El uso del español en las comunidades indígenas de México Tamales La Costeña ¿por sabor? ¿Cómo crear el momento perfecto? Por: Raymundo Cruz Miguel Estudiante de Comunicación Por: Luis Javier Castañeda Estudiante de Mercadotecnia Por: Rodolfo Galdámez Farrera Estudiante de Interacción y Animación Digital E l español es el idioma oficial y predominante en Mé- xico. Aunque desde 2001, el gobierno mexicano reco- noció la existencia de lenguas indígenas en el país y les otorgó el estatus de lenguas nacionales, no hay compa- ración entre el papel que desempeña el uno frente al otro. Las lenguas originarias, entendiendo por ellas las existentes antes de la conquista, padecen una enorme desventaja frente al castellano. Son muchísimas las razones que podemos ci- tar para sostener esta afirmación: todo el sistema educativo está diseñado en español, las instituciones gubernamentales desarrollan su trabajo en la lengua franca, los medios de co- municación sólo usan el idioma de los conquistadores. Los idiomas aborígenes de Mesoamérica han sido desplazados a través de los siglos a partir de que los pue- blos originarios fueron sometidos por “el hombre blanco”. Los indígenas, después de consumada la invasión y el dominio europeo, se vieron obligados a hablar español. Así empieza un proceso lingüístico complejo y de con- trastes muy profundos. Los pueblos origi- narios se negaban a abandonar su idioma; sólo aprendían del español las palabras necesarias para una comunicación básica. A la discriminación del indígena, por ser considerado inferior, se sumó el desprecio por no saber hablar bien el castellano. Por ejemplo, aún existe la expresión “hablar como un indio”, la cual se refie- re al hecho de no tener fluidez al hablar el español. En este sentido, generalmente se usan los verbos sin conjugar o cambiando el orden de las palabras. Esa es la idea que se tiene. Así se reproduce en mu- chas obras literarias o producciones cinematográficas. Hace poco, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, causó revuelo en los medios y la opinión pública, al burlarse de la forma de hablar de un indígena chichimeca. Eso no es nada nuevo, sólo que ahora se hace en privado, pues antes era normal reírse del indio que no hablaba bien el español. Así lo enseñaron las escuelas y la televisión: pense- mos en “Tizoc” o “la india María” para más detalles. De ese modo, el indio o el indígena (como se le quiera llamar) se volvió un objeto de risa, de burla; se ridiculizaba su persona, incluso al grado de mancillar su dignidad. Nada de esto es cosa del pasado, ahora hay comunidades que ya no hablan su lengua originaria, pero tampoco tienen un cas- tellano culto, sin embargo estas mismas comunidades dis- H ace unas semanas alcancé a ver en Facebook una imagen de tamales envasados de La Costeña, la em- presa mexicana que se dedica a enlatar y envasar productos mexicanos como chiles, salsas, verduras encurti- das, frutas en almíbar, frijoles entre otras cosas. Cuando vi la imagen, no podía creer que fuera real, y más porque el diseño y logotipo de la marca te- nían un ligero ajuste, por lo que pensé en un meme o una propuesta de algún inter- nauta. Pasaron unos días y al acudir a un Se- venEleven, logré ver junto a los alimentos preparados aquellos tamales al interior de un empaque sellado al vacío. Efectiva- mente era real que un alimento mexicano, además de tradicional y de consumo dia- rio en cualquier rincón de nuestro país, estuviera en venta de una manera además de comercial, peculiar. No presté mucha atención, ni alcancé a ver el precio por la prisa que traía. En otra ocasión reciente, alcancé a verlos en Wal-Mart sin fijarme en el precio (otra vez), pero decidí probarlos en algún momento para ver qué tal estaba el asun- to. Realizando una investigación previa, estos productos fueron lanzados en septiembre de 2015, dentro de su cate- goría “listo para comer”, en los principales puntos de venta como supermercados y tiendas de conveniencia acercando el producto a quienes aman los tamales, pero por alguna u ¿T e has dado cuenta que las palabras que más uti- lizas en tu lenguaje son siempre “después, luego, más tarde”, pero rara vez utilizas la palabra “Aho- ra”? Siempre estás esperando el momento perfecto, ese mo- mento en el cual las cosas suceden como por arte de magia ¿Verdad? Y no ocurre nunca nada, porque no existe el mo- mento perfecto. Existen momentos, y tú, con la acción que vas a tomar ahora, eres quien lo debe de convertir en algo perfecto. Siem- pre toma en cuenta que las cosas pueden cambiar gracias a tu acción. Cuando estás sentado, el acto que más te cuesta es el acto de levantarte, pero una vez que te levantas, caminar es mu- cho más fácil. Es hora de que empieces a lograr aquello que quieras lograr, porque hay una parte de ti que sabe que pue- des hacerlo y necesita esa oportunidad. Recuerda que cada fracaso es un éxito, si consigues aprender de él. Porque solamente acaban teniendo éxito quienes se atreven a fracasar, porque van a aprender cosas que los que no lo intentan, no lo aprenderás jamás. criminan a otras que conservan sus idiomas originales, pero hablan un “mal” español. Fue así que nos acostumbramos a burlar al indio que “cuatrapea” el español. Ah, pero si es un alemán o un gringo el que está hablando “mal” el español, de él no nos reímos ni nos burlamos; al contrario, lo corregimos y le ayudamos amablemente a mejorar su español. Al indio pues “al fin de cuentas es un indio ¿para qué le sirve hablar bien español?”. Afortunadamente, las cosas van cambiando, muy lenta- mente, pero hay un cambio perceptible en cuanto a la actitud que el mestizo tiene hacia los indígenas. Además los mismos indígenas, jóvenes principalmente, están saliendo de sus co- munidades a evidenciar su existencia en las grandes ciuda- des; y sobre todo, los progresos logrados en la educación están contribuyendo a mejorar la situación. Con la globalización de la información, se está entendiendo que al adoptar un segundo idioma, siempre se tendrá ciertas anomalías por el simple he- cho de que no es un idioma materno. Ahora sabemos que aprender una len- gua diferente a la materna es un proceso complejísimo. De manera que al pasar a un segundo idioma las características del primero se proyectan en el nuevo, lo mismo sucede con la entonación y la pro- nunciación. Este fenómeno es natural al aprender un idioma distinto al materno, y eso nos ayuda a evitar la actitud despecti- va en que lamentablemente cayeron nues- tros antepasados mestizos e indígenas. Además, el acceso a la educación es cada vez más cerca- no. Esto contribuirá a que las nuevas generaciones tengan un nivel de español más rico, sin dejar de lado su lengua in- dígena; e incluso hablar una tercera o cuarta lengua, pero desde luego teniendo plena consciencia de la relevancia de su idioma materno. otra razón no consumen en las mañanas con los tamaleros tradicionales o los que tienen cerca en pequeños comercios no son de su agrado. Este peculiar tamal lo podemos encontrar en un precio promedio de 15 pesos y su sabor lo considero agradable, pero claro, no hay como los tamales originales y recién hechos que podemos encontrar en las calles de nues- tras ciudades. Preguntando a gente cercana, les pa- rece algo interesante el hecho de que co- mercialicen de una manera industrial este tipo de productos como se ha hecho con salsas, verduras, chiles y afines, pero lo ideal (y concuerdo con esto) es que estos tamales se exporten a otros países. Muy difícilmente encontraremos ta- males originales fuera de México, pero es acertado que en los planes de La Costeña tengan intenciones de exportarlos para que disfruten de una milenaria tradición mexicana. Creo que es la mejor opción, pero descontinuarlos del mercado no lo es, ya que en algunas zonas de las ciudades es difícil encontrar tamaleros por las mismas regulaciones que ejercen los ayuntamientos sobre el comercio informal, logrando que sea de difícil acceso llegar a los originales ta- males y obligándonos a consumir alimentos empacados (na- cionales o extranjeros) y pues entre esas opciones encontra- remos un increíble tamal de La Costeña. "...todo el sistema educativo está diseñado en español, las instituciones gubernamentales desarrollan su trabajo en la lengua franca, los medios de comunicación sólo usan el idioma de los conquistadores" "El plan para el siguiente año (2016) es exportarlo a Estados Unidos, y de ahí empezar a crecerlo en el resto de los países donde actualmente vendemos" Opinión Opinión
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