Contratiempo
15 Desde el CIDEL: Derechos Humanos de los migrantes que transitan por nuestro país Por: Jasmín Esmeralda Acevedo Contreras Estudiante de Español, Lengua y Cultura V L os Derechos Humanos son las garantías respaldadas por las leyes, que tienen todas las personas sin distin- ción alguna y que deben ser garantizados por todos los estados, con el propósito de que prevalezca la justicia, la li- bertad y la paz, superando así la desigualdad, discriminación y otros tipos de fenómenos que afectan el desarrollo pleno de la sociedad a través de todos sus integrantes. Según la Comisión de los Derechos Humanos en México, entre las funciones planteadas para defender y proteger los Derechos Humanos se encuentra el contribuir al desarrollo integral de la persona, proteger a las personas contra abusos de parte de las autoridades, servidores públicos o particulares, y prevenir abusos de poder (CNDH, 2010). Estos puntos son importantes debido a que los migrantes forman parte de la so- ciedad, dentro o fuera de su país y, por lo tanto, son acreedo- res a ser protegidos en la búsqueda de su desarrollo personal y ante cualquier abuso que suceda en el transcurso de la misma. Al ingresar al territorio mexicano, los migrantes sufren la violación de estos derechos a pesar de que se han genera- do campañas, impartido conferencias, realizado foros y otras acciones para promover el respeto de los Derechos Humanos y el tema migratorio dentro del país en diversos niveles, tan- to sociales como políticos, pero la problemática persiste y el migrante sigue sufriendo de amenazas, siendo víctima de los abusos de poder que los lleva a perder su integridad tanto moral como física o, incluso, a la muerte. Los Derechos Humanos que más son violentados en las personas migrantes son: El derecho a la igualdad. Debido a que ante la sociedad y las autoridades son discriminados, los migrantes comienzan a ser criminalizados por la sociedad mexicana y son señala- dos como personas que roban o dañan, cuando en su mayo- ría tienen el sueño de llegar a Estados Unidos. El derecho a la libertad y seguridad jurídica. Este derecho se corrompe al no tener el conocimiento suficiente en materia jurídica que sancione a quienes perjudiquen al migrante, ni una cultura de respeto al otro, puesto que la inseguridad en México incrementa y las organizaciones criminales, en conjunto con al- gunas autoridades policiacas, se dedican a secuestrar, extorsio- nar y amenazar al migrante durante su tránsito por México. En determinados casos, los migrantes son privados de su libertad y hasta de la vida, y las autoridades policiacas no toman medi- das para sancionar a quienes realizan este tipo de crímenes. El derecho a no ser sometido a esclavitud o servidum- bre. Muchos migrantes son reclutados bajo amenaza para trabajar en conjunto con el narco y, en el caso de las mujeres, enfrentarse a la prostitución. Por tanto, se convierten en es- clavos de quienes dirigen grupos delictivos. Nadie será sometido a torturas, maltratos crueles, ni ocasionar daños físicos, psíquicos o morales. En México, el crimen organizado, las autoridades policiacas y algunas em- presas privadas como Ferrosur, atentan contra el migrante, algunas abusan de la fuerza y el poder, les golpean, extorsio- nan, amenazan y matan. Un ejemplo de esto es Ferrosur, empresa dedicada al transporte de materiales vía férrea desde el sur, en cuyos tre- nes se traslada la mayoría de los migrantes. Esta empresa optó por instalar postes alrededor de las vías sobre las que transitan sus trenes para evitar que los migrantes se suban a ellos, lo que ha llevado a la mutilación y muerte de varios migrantes que intentan subir o bajar del tren. En 2014, la “Caravana por el diálogo del migrante”, inte- grada por 60 migrantes y activistas, entre ellos el Padre Sola- linde, solicitaron a Ferrosur retirar los postes que existen en las vías de Tlaxcala, debido a que en el Albergue “La Sagrada Familia”, ubicado en la ciudad de Apizaco, han recibido mi- grantes lesionados por caer entre los postes e incluso algunos han muerto debido a las lesiones. “¿Qué leyes, qué intereses, qué razones pueden justificar poner estas armas cuya única fi- nalidad es lastimar y ocasionar daños graves a los migrantes?” (Solalinde, 2014). Este tipo de acciones reflejan cómo dentro del país se permiten acciones que atentan contra quienes optan por abordar “La bestia” y, por tanto, se viola uno de los Dere- chos Humanos: Toda persona tiene derecho a transitar libre- mente. Este derecho es uno de los más importantes para los migrantes, pues tienen derecho a movilizarse en busca una mejor calidad de vida; por tanto, ponerles obstáculos viola este derecho. Estos derechos no son solamente violentados en México, sino también en los países de donde provienen los migran- tes al no ofrecer seguridad social y económica, salud física y mental, al no establecer reglas que fomenten una sociedad de convivencia, la disminución del crimen y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. El gobierno y las autoridades correspondientes deberían poder brindar seguridad a los migrantes, quienes, la mayo- ría de las veces, abandonan su país sin ninguna información sobre sus derechos. El migrante, al no contar con o ignorar los instrumentos de defensa con los que cuenta, como son sus derechos, se vuelve más vulnerable. Por ende, la importancia de generar una cultura de información que les aporte herramientas para defenderse. El apoyo al migrante durante su trayecto en tierra mexi- cana es indispensable, ya que como sociedad debemos com- prometernos a resguardar la integridad de quienes viajan en busca de una vida digna, a la cual todos tenemos derecho. Académico
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