Contratiempo
10 En la Ibero Vivir irónicamente a aquellas personas que quieren realizar un cambio los tenemos por locos rebeldes –y vaya que los hay–, pero también está el otro lado de la moneda, aquellos que si tienen ideas revolucionarias de cómo cambiar al mundo aunque sea contribuyendo con su pequeño grano de arena, mediante acciones fundamentadas, y no buscando crear al- boroto en la sociedad, si no ayúdanos a aquellos que lo ne- cesitan de forma horizontal, creando conciencia, despertan- do a la gente mediante una cadena de favores, demostrando que aún queda personas con valores en este mun- do, que el cambio no es utópico, simplemente requiere de la participa- ción de todos. También te das cuentas que nos son únicamente perso- nas congregadas con un mismo objetivo. El tiempo, los momentos y situaciones que han vivido los ha converti- do en una familia, una familia a la cual llegas como nuevo integrante y te reciben con la mis- ma alegría que impera entre ellos, como si fue- ras un antiguo familiar al que no veían desde hace mucho tiempo, te hacen sentir parte de sus ánimos y ansias de sacar adelante todos aquellos nuevos y vie- jos proyectos que poco a poco van aumentado su escala. A pesar de ser poco tiempo el que he forma- do parte de ASIbero, de este proyecto que va creciendo poco a poco, con cada nuevo eslabón que se une a la cadena, me he dado cuenta que mis decisiones me llevaron a compartir experiencias que han cambiado mi forma de pensar, y sentirme orgullosa de este gran proyecto. Por: Martha Pichardo Voluntaria de ASIbero V ivir. Vivir es tener experiencias que día a día nos van formando, nos moldean y nos hacen ser quienes so- mos, quizás algunas son más pequeñas que otras y por eso no las notamos, o algunas tan grandes que su im- pacto repercute en nosotros de una manera más profunda y permanente. Algunas experiencias son buenas, nos sacan mil y un sonrisas hasta el momento en que se vuelven sólo recuerdos. Pero otras, podría de- cirse que son malas, nos hacen sentir desdicha- dos o incluso que nos estamos derrumbando. Son aquellas que nues- tros padres y abuelos suelen decir que es me- jor vivir en cabeza aje- na, aunque francamente opino que en ocasiones todos necesitamos un balde de agua fría para reaccionar ante la vida, si bien es necesario en la medida de lo posible, lógicamente es mejor evitarlas. Por otro lado las ex- periencias no nos llegan del cielo, no tenemos un destino marcado por el oráculo de Delfos. Las situaciones por las que pasamos se nos van presentando con base a nuestras decisiones, así que en gran parte en nosotros está lo que nos toca vivir. Nuestras decisiones nos llevaron a la Ibero, a otros los mantienen y algunos más se han ido. En ese mismo camino algunos-muchos se han topado con Acción Social Ibero (ASIbero), ya sea por cues- tiones de beca, por voluntariado o por mera curiosidad, sea como sea, creo que la mayoría se han llevado una grata ex- periencia. Al llegar aquí piensas que es sólo una asociación más de jóvenes rebeldes intentando cambiar al mundo, porque
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