Contratiempo

4 5 En la Ibero En la Ibero Uniéndome al equipo Por: Dessiré Alejandra Abúndez Olvera Estudiante de Ciencias Ambientales y Colaboradora en ASIbero S iempre había creído en la exis- tencia de personas realmente geniales, de esas a las que sí les importa y que quieren hacer algo por el mundo. Tal vez por el tono idealista y ligeramente empalagoso de la ora- ción anterior, me obligué a creer que sólo era una de mis ideas ingenuas y que ya estaba lo suficientemente grandecita como para andar creyendo en la humanidad, de la misma forma en que llegada cierta edad una debe dejar esperar regalos bajo el árbol de Navidad. Entré al voluntariado ASIbero casi por casualidad. No tenía donde hacer mi servicio becario y las opciones se estaban agotando y me recomenda- ron ir al Centro de Acopio Permanente Ibero (CAPI) para que viera qué tal me parecía. Me encantó la idea, era lo más pare- cido a lo que estaba buscando y aun así, no me imaginé que una cosa llevaría a la otra hasta que me encontré rodeada de personas que estaban preocupadas de que hubiera tanta gente pasando hambre, mientras que en la misma ca- fetería de la Universidad se desperdi- cian varios kilos de comida al día. Por poco no me lo creo, pero la evi- dencia innegable estaba allí, y no me quedó de otra más que sentirme como cuando era Navidad y tenía cinco años. Suena cursi, lo sé, pero creo que la ana- logía encaja perfectamente. Tengo la certeza de que de algún modo, cuando los seres humanos en- frentamos un problema, nos es im- posible encontrar paz interior –o lo que sea que es eso que nos hace sentir tranquilos– hasta que hacemos algo al respecto. Creo que ser parte del voluntaria- do consiste en eso: en que nadie está realmente tranquilo con la realidad y están (estamos) dispuestos a ha- cer algo –aunque no parezca la gran cosa- por mejorarla aunque sea un poquito. Y no sé, últimamente he dor- mido muy bien. Creo que realmente se necesitan personas preocupadas por el mundo y por los demás, pero sobre todo que quieran hacer algo al respecto. Ahora sé que existen y que seguramente hay más. Dejen de esconderse.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3