Contratiempo
AgendaCultural NOVIEMBRE 25 Inauguración expo recorridos , cafetería, 13 hrs. 27 Miércoles de cultura , grupo coreográfico del TEC de Monterrey 30 Sabadazo infantil DICIEMBRE 4 Miércoles de cultura , Guitarra flamenca UVP 6 Concierto a beneficio de escuela de música de Xocitlán . C onmotivo de la actividad institu- cional Ciudadanía responsable que se ha trabajado este semes- tre, a través de los Consejos Estudianti- les, respecto al derecho a la información, surgen estas interrogantes alrededor del respaldo que se supone brinda a los mexicanos: ¿Cuán pertinente se vuelve discutirlo a siete años de la promulga- ción de lo que se conoció como la Ley Televisa? ¿Qué tan confiable es la garan- tía que ofrece el Estado mexicano para que los ciudadanos reciban y emitan información libremente? ¿Hacia dónde está inclinada la balanza de esta triada conformada por gobierno, medios de co- municación y ciudadanía? ¿Se puede ha- blar y reconocer el equilibrio de voces? Aunque podrían parecer obvias las respuestas a estas preguntas, sin impor- tar que sean afirmativas o negativas, op- timistas o pesimistas, no debería polari- zarse la percepción del estado en el que se encuentra el tal discutido derecho a la información en nuestro país. Debe asu- mirse el hecho de que se han dado pasos importantes en la conformación de las garantías; sin embargo, aún se está le- jos de una legislación que, sin trabas ni rodeos, sea honestamente democrática. Resuenan en la memoria del deba- te nombres como Javier Corral, José López Portillo, Manuel Bartlett, Grupo Oaxaca, Bernardo Gómez y Carlos Ortiz Tejada que, desde que en 1977 se inser- tara el tema en las discusiones dentro del universo diegético político, mediáti- co y social mexicano del derecho a la in- formación, a través de cabildeos, ofertas, regateos y negociaciones, se trabajara en dictámenes, propuestas y manuscritos que en su momento parecieron perpe- tuos para cohesionar lo que actualmente se refleja en nuestras leyes respecto a la posibilidad del mexicano para informar, ser informado y elegir su información. El punto clave donde se vuelve im- perante centrar la dirección en la que ha virado la disputa se trata de la industria mediática que funge como una esfera de presión insidiosa e intrigante en la toma de decisiones del país. De allí que aquellos que estudiamos comunicación y carreras afines a la vida pública de la na- ción, debamos reconocer el papel que te- nemos como moderadores, y en muchas ocasiones participantes indirectos, del debate sobre el derecho a la información. Impera retomar temas que se ha preferido dejar fuera de foco, pero que merecen mayor consideración que mu- chas de las cuestiones que se han regu- lado con detenimiento. Lo que respecta a medios comunitarios, medios públi- cos, equilibrio entre concesionarios y permisionados de medios de comunica- ción, los tiempos de contenido cultural y educativo, entre otros, son aspectos que necesitan ser revisados nuevamen- te pasados por el filtro de lo social y lo democrático, en lugar de la perspectiva mercantil y política que se sobrepone. Pero esta es una reflexión y consigna que no sólo se invita a comunicólogos, politólogos o abogados, puesto que se extiende a la ciudadanía en general que como tales, deben ejercer su derecho y obligación de alzar la mano siendo par- ticipes de los procesos democráticos que retan al mexicano contemporáneo. Por- que si de algo se tiene certeza, es de que las certezas no existen en un México que lo es todo, menos un estado de derecho. Corresponde a los que estamos aquí y ahora, darle otro acto a esta his- toria, que le dé continuidad a este capí- tulo del melodrama en el que varios se han postrado en su escenario. Es hora de que los reflectores giren e iluminen al ciudadano consiente y organizado. Un capítulo más del melodrama de nuestra historia Por: Aldo Castillo Integrante del CER Comunicación
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