Contratiempo
10 11 Extranjero Por: Paloma Sitalin Sánchez Acevedo Estudiante de Diseño Gráfico Él camina por la calle mirando a su alrededor. Suavemente, sus ojos hacen un recorrido por la avenida puramente antillana que sus pupilas reflejan. Ese vaivén del iris lo delata. No, no es de aquí. Hace mucho que los que aquí vivimos no devoramos con tanta ansia las paredes blancas de las casas que dividen el azul límpido del cielo con el marrón de la tierra, las ventanas rectangulares y cortinas que esconden con singular pudor nuestros secretos... ¡Ah! Y el alero con arco para descansar en las tardes caribeñas, para platicar con un café o un buen ron a medianoche. Sus ojos azules tienen un tono cercano al acero; sigue caminando con esos pasos ansiosos del turista al que no le bastan las fotografías; captura el ave, la ropa, los colores. ¡Qué lástima que no hay cajas que retengan los aromas! ¡Qué pena que sus manos no se lleven consigo en las yemas las texturas que han tocado! Cambia de acera innumerables veces, desea abarcarlo todo. Pronto, surgidos de la nada, se ve un cerco de chiquillos a su lado, cada uno gritando: ¿Quiere ropa, collares, llaveros? Le proponen rutas vírgenes que sólo nuestros ancestros conocían, le ofertan una pieza arqueológica auténtica, sobreviviente de la quema y el caos, reservada por años para él. Sólo 6 quetzales. Ese es el precio para que este edén abra sus puertas. ¿Que es mucho señor? está bien, serán 4. ¿No? Se lo dejo a dos. ¿Tampoco? Regáleme un quetzal, señor, no he comido en todo el día. Esa es la maldición del paraíso. Los ángeles lo han usurpado para venderlo al mejor postor. Adán y Eva son rehenes de la miseria. Este es el pan nuestro de cada día. Con su pobre español no sabe a quién atender de todos los niños. Desorientado, balbucea y alza la vista buscando ayuda, pero nadie lo socorre. Da una moneda, dos, tres. Todas las que quedan en su bolsillo. Entonces, se da cuenta. La pobreza es tanta, tan grande, que el enjambre que lo rodea se volverá interminable, y su dinero será una partícula en un abismo. ¡No más, no más! logra articular, sólo para salir a prisa de la marabunta de bocas, de manos, de miradas que le lanzan un incesante reproche: Tenemos hambre. Hambre de una vida digna. Vuelve a caminar, pero sus ojos ya no miran igual. Parece que ha atravesado el espejo del país de las maravillas. No se detiene frente a las tiendas y boutiques, o en los restaurantes y locales que ofertan esta tierra mágica. Se detiene, esta vez, al ver a una señora en el suelo, con un niño, un recién nacido entre un chal raído que contaría más historias que ningún escritor, por más creativo que fuese, soñaría. Seguro ahora sabe que el bebé que contempla será en unos años el pequeño que le pida dinero, o el anciano que, con las manos desgajadas de tallar madera, vende figurines por comida. Ni siquiera por dinero. Vagabunda mirada la suya, vio más de lo que debía, se acercó demasiado al espejismo. Bienvenido a la realidad de los de abajo, le susurro, mientras me ordena una taza café. Académicos Arte y Cultura Sin embargo esta lucha aún no ter- mina pues en los pasados meses se han estado realizando exploraciones de mi- nerales en este lugar sin algún permi- so gubernamental. Lamentablemente, aun con quejas enviadas al gobierno, este no responde a ningún llamado. Por lo tanto el Consejo Regional Wixarika presentó una orden judicial a un tribu- nal federal. “Hoy Wirikuta sigue ame- nazada por la avaricia del dinero y las acciones omisas e ilegales del Estado Mexicano” expresa el Consejo Regional Wixarika (2013) en una declaración. Asimismo la proclamación de Héctor Moreno, como presidente del Consejo de Administración de la Reserva Es- tatal de Wirikuta ha sido en total des- acuerdo con la comunidad Wixarika, puesto que afirman su llegada al puesto no fue concebida ni avisada a ellos. Así mismo se cree de una presunta relación de este personaje con la empresa cana- diense First Majestic Silver Corp. Así pues recapitulando los temas abordados, Wirikuta es un emblemáti- co lugar donde podemos encontrar es- pecies, tanto animales como vegetales, en peligro de extinción. Por otra parte es el lugar donde yacen las principales creencia de los wixarika, una de las po- cas culturas indígenas que aún en esta era de globalización conservan tradi- ciones milenarias. Tras la cancelación de 15 concesiones, un logro ganado por todos los interesados en salvaguardar este lugar, la lucha sigue en pie Por ello este movimiento de protección civil es un claro ejemplo de que con principios bien marcados, unidad y solidaridad se pueden alcanzar grandes logros para el bien de nuestro país. Trabajo presentado por el autor para la materia Lectura y Expresión Académica, impartida por la Mtra. Blanca Alberta Rodríguez Vázquez, en el periodo Verano 2013. Material reproducido sin edición ni modificaciones al entregado por el autor en la edición de Contratiempo. Bibliografía Cisma. (2011). Lisergia. Obtenido de http://www.lisergia.org/threads/peyote- y-los-huicholes.720/ Frenteen. (2013). Frente en Defensa de WirikutaTamatsima Wa haa. Obtenido de http://frenteendefensadewirikuta.org/ wirikuta/?p=3947 Guzmán Chávez, E. (2013). Venado Mes- tizo. Obtenido de http://venadomestizo. blogspot.mx/ Jiménez, E. (2013). Milenio. Obtenido de http://www.milenio.com/cdb/doc/noti- cias2011/acb091456f57c914323ad93cf- deb9673 Siscar, M. J. (2011). Periodismo Humano. Obtenido de http://periodismohumano. com/sociedad/medio-ambiente/el-oro- amenaza-el-territorio-sagrado-de-los- huicholes.HTML
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