Contratiempo

16 17 p Los desgraciados de la tierra Por: Pablo Piceno Estudiante de Literatura y Filosofía Podría mencionar, también, que uno de cada cuatro ni- ños en el mundo tiene retardo en el crecimiento; a uno de cada tres asciende la estadística en los países en desarrollo. 21.000 muertos de hambre al día, es decir, 1 muerto cada tres minutos y medio. Y eso, diría yo, es poco. Podría enunciar las contradicciones que alberga nuestro sistema económico-político; hablar del magnate ingeniero Carlos Slim Helú, decir sobre él -sobre la concepción simbó- lica que de él tenemos- que con los 70 mil millones de pesos que hasta hace poco tiempo debía al fisco, suena desvergon- zado, el que, en una entrevista con el CNBC haya dicho que no donará parte de su fortuna a la caridad, pues la pobreza no se combate –según dice- a través de la beneficencia, sino pagando impuestos responsablemente. “ Hemos visto donaciones durante 100 años ”, reflexiona en su página oficial. “ Hemos visto a miles de personas tra- bajar sin fines de lucro, y los problemas y la pobreza son mayores. No han resuelto nada ”. Podría mencionar que el porcentaje de impuestos pro- medio que paga Slim equivale a la mitad de lo que paga su recepcionista, como eviden- ció otro magnate, Warren Bu- ffet. Que en nuestro país no se gravan impuestos por las ganancias en acciones ni sus dividendos, ni existen impuestos para grandes fortunas. Sin embargo, tenemos 13 millones de mexicanos viviendo en po- breza extrema. Podría evidenciar muchas contradicciones más a este respecto, y sin embargo, creo sinceramente que este ensayo no nos llevaría a ninguna parte. Le haríamos un onírico juicio político al gordo, nos eno- jaríamos con nosotros mismos por algunos segundos por no pensar en eso al ir a comprar cada domingo a alguna de las tiendas que ostenta ese hombre. Y diríamos: Por eso el país está tan mal. Por eso, cada vez más pobres. Qué desafortuna- dos. Qué jodida es la vida. Y hasta ahí. Porque, si se me permite, el problema de la pobreza, o mejor, el problema de los pobres, es otro: es su existencia simbólica, su concepción simbólica . En otras palabras: El problema de los pobres no es que existan, es que parecen no existir. Cuando hablamos de los pobres , evocamos con nuestro lenguaje un lugar común de seres que, como tales, no existen en el mundo real. Los pobres, para nosotros, no tienen ros- tro. Son una masa, inferior a nuestra humanidad, sometida a la mendicidad, al poder de nuestra compasión, de nuestra lástima. No forman parte real de nuestro mundo; al menos, no conscientemente. No existe tampoco una epifanía del oprimido , una manifestación del otro que nos desaliene, que sea el comienzo de la liberación real , como diría Enrique Dussel, evocando a Fray Bartolomé de las Casas. La situación se torna mucho más apremiante en cuanto que somos nosotros, unidos a la clase alta de nuestras so- ciedades (si a una relación entre individuos tal se le puede llamar sociedad), los únicos que podríamos revertir tal situa- ción, y los que la engendramos con nuestro emplazamiento en el mundo. En nuestra sociedad, a lo más que se aspira en torno a la reflexión social es a la concientización de que hay otros que tienen menos que nosotros, por mala suerte, por flojera, porque no quisieron estudiar, o porque no son blancos, o, como diría el gran José Luis Rodríguez Zapatero a Evo Morales, “( por) nuestros dis- tintos colores de piel que nos hacen, por cierto, más atrac- tivos como género humano, como es evidente ; a lo más que se aspira es a la coexis- tencia fraterna, o hasta la pro- existencia, un existir, como segundo movimiento, para el otro. Entender las diferen- cias sociales como variaciones cuantitativas, no como relaciones dialécticas, genitivas, re- lacionadas. Existe una contradicción no consciente dentro de la in- telectualidad ( los habit noir , en términos de Marx), que re- presenta ( retóricamente, persuasivamente ), por un lado, la experiencia adolorida del oprimido; y, por otro lado, su posi- ción acrítica, que opina desde la oficialidad, que al producir una teoría desde el movimiento ilimitado del capital, lleva a cabo una acción - la acción totalizadora, ilimitada- de un po- der que somete a la sociedad no representada bajo su poder; representa ( figurativamente ) un papel histórico de un sujeto indiviso y esencialista, utópico. Qué diferencia hay entre esta forma de pensamiento y aquella planteada por el hombre audaz y sincero, que sabe que uno no puede ser si el otro no es, como diría Paulo Frei- re. Que el vivir bien consiste, no en ostentar riquezas, sino en vivir honestamente, en un mundo integrador, unitario a la vez: el buen vivir. “ Yo no soy pobre ”, respondía Pepe Muji- ca, el presidente uruguayo, a un grupo de periodistas locales, quienes se maravillaban de que su Jefe de Estado adoptara la costumbre de donar el 90 % de su salario mensual a la ca- ridad –esta vez, sin evasiones ni desfalcos fiscales-, conduzca Opinión El parque de la fortuna Por: Luis Javier Castañeda Estudiante de Mercadotecnia D esde hace algunas semanas, se- guramente ya te habrás perca- tado, enfrente de nuestra Uni- versidad están laborando decenas de personas y máquinas para dar forma a lo que será un parque, el cual albergará la Rueda de la Fortuna transportable más grande del mundo. Después de una gran e intensa polémica respecto a la ubicación de la estructura, primero en el Paseo Bravo, donde hubo diversas complicaciones por permisos y usos de suelo, además de que es Patrimonio Cultural de la Humanidad, desencadenando protes- tas de organizaciones y molestias por parte del INAH, y luego en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH) donde la Mesa Directi- va de Padres de Familia y estudiantes protestaron, finalmente el gobierno del Estado decidió ubicarla en la zona de Angelópolis. Aunque al llegar aquí también ge- neró conflictos entre los ayuntamientos de Puebla y San Andrés Cholula por las licencias de construcción, pagos de impuestos y demás, por estar en zona de límites territoriales, que aún no se termina de resolver en el Congreso del Estado. La Rueda de la Fortuna –o Rueda de Observación– es originaria de Ale- mania y fue elaborada por la empresa Maurer German Wheels GmbH ; de acuerdo con información publicada en diversos medios, tuvo un costo de 200 millones de pesos. La estructura mo- delo R80XL Giant Observation Wheel mide 80 metros de altura por 76 de diámetro y tendrá 54 góndolas con ca- pacidad de ocho personas, incluyendo cuatro canastillas VIP con cristales y acabados de piel. Al estilo London Eye, esta noria busca incrementar el turismo en Pue- bla, según ha informado el Secreta- rio de Transportes, Bernardo Huerta Couttolenc. La rueda de observación forma- rá parte del llamado Parque Lineal , el cual tendrá una longitud de 1.5 kilóme- tros desde el Centro Integral de Servi- cios (CIS) hasta la zona de la Ibero y el Parque del Arte. Cabe señalar que este andador es un proyecto original del arquitecto Car- los Mastretta –según se lee en una nota de Periódico Central – que presentó en 2008, durante el sexenio del exgober- nador Mario Marín y cuyo propósito es articular los parques de la zona Angeló- polis y darle uso a las 7.5 hectáreas de la Avenida Osa Mayor, donde se ubican Damtshaa y Chilanguita . A lo largo del parque estarán la ciclo pista y los pasos peatonales, re- tornos para automóviles, luminarias y bancas; incluyendo un puente colgante que empieza a la altura de la Librería Gandhi con una rampa hasta el Parque del Arte, donde se encuentra el descen- so y también llegará al campus de la Ibero Puebla. Además, el Parque del Arte tam- bién se encuentra en remodelación: mantenimiento a pistas de correr y la de tartán, reparaciones a luminarias de energía solar, cambio de cercas, cons- trucción de zona de pic-nic y restauran- tes, pintura a los aparatos de gimnasio, entre otras cosas. Para mayor comodidad de los usua- rios, se habilitará el estacionamiento ubicado en Centro Integral de Servicios, que cuenta con mil 200 cajones para que las personas y las familias puedan salir caminando o en bicicleta, patines o de alguna otra manera hasta el Parque del Arte y pasando por la rueda. El costo total de la obra se estima, según información publicada en dife- rentes diarios, en 400 millones de pe- sos y esta a cargo de la empresa AyPP Constructores . Se tiene prevista la con- clusión de la obra a mediados de julio y será inaugurada hasta después de las elecciones locales. Además del famoso LondonEye, también existen en el mundo otras grandes ruedas de la fortuna como en Singapur, donde se encuentra la rueda más grande del mundo con 165 metros de altura o en Melbourne, Australia donde se está construyendo una lla- mada Estrella del Sur, que adquiere su nombre por la forma geométrica que tiene, además Alemania y China com- piten por lograr el record con una gran rueda de 175 metros y 208 metros de altura, respectivamente. Opinión Foto por: e-consulta Foto por: Luis Javier Castañeda “¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta”. Epístola de Santiago 2, 14-17

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