Contratiempo
7 6 Extramuros Acteal, comunidad indígena marcada por una masacre cumplió el pasado mes de diciembre, 20 años de la fundación de la Organización de la Sociedad Civil Las Abe- jas y 15 años de ser víctimas de un Esta- do asesino. Hasta hoy la deuda histórica de impunidad y muerte sigue sin cobrar justicia; sin embargo, a pesar del dolor y la pérdida han sabido volcarse, mediante la organización, para luchar por la auto- nomía y los derechos de los pueblos indí- genas. Así, han podido llevar su mensaje, su resistencia y su exigencia de justicia a distintas partes del mundo. La trayectoria de Las Abejas comen- zó hace dos décadas, con una larga lista de eventos que han marcado su historia colectiva. Con motivo de su vigésimo ani- versario, emprendimos una serie de en- trevistas durante el mes de octubre a los integrantes de la Mesa Directiva y a un promotor de salud de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas . La entrevis- ta comenzó cuando nos comentaron que a las dos de la mañana de ese día habían llevado a cabo el “Rezo del anciano” para fortalecer la organización y así, procedie- ron a relatarnos su experiencia de auto- nomía y resistencia. En el año 2008 la Sociedad Civil Las Abejas se dividió debido a la compra de conciencias por parte del gobierno que les ofreció cargos públicos y dinero como par- te de una campaña de desgaste integral en contra de la organización. Por desgas- te integral entendemos “estrategias (de contrainsurgencia) que de modo integral, militar, político, económico y psicológi- co buscan eliminar ‘al enemigo’”.[1] Esta campaña comenzó en Chiapas a partir del levantamiento Zapatista el 1 de enero de 1994, cuando el Ejército Zapatista de Li- beración Nacional (EZLN) tomó siete ca- beceras municipales y recuperó miles de hectáreas de territorio. Una insurrección indígena en un país como México, provocó la atención de la sociedad mexicana y del mundo hacia la realidad de un sector que tanto tiempo había permanecido invisible. El grupo que aceptó los ofre- cimientos del gobierno insta- ló sumesa directiva enNuevo Yibelhó y adoptó el nombre de Asociación civil Las Abejas Chiapas, México , quedándose con muchos integrantes y con el área de Comunicación que ya había conseguido grandes logros como su propia estación de radio. (Ahora) “tienen registro fiscal, solicitan ayuda asistencial para exigir una pensión y fungen de mensajeros de- legados del gobierno y, así, han dejado de exigir el caso de Acteal”. Las Ab jas A.C. recibieron una especie de indemnización bajo el concepto de “viviendas dignas”, pero las Abejas de Acteal sabían muy bien que esto era un engaño y que detrás de la “ayuda” había una condicionante de no volver a nombrar ni a exigir justicia por la masacre. “Por eso los que se fueron con el gobierno ya están en otro lado, pero los que siguen con la resistencia siguen diciendo la verdad, denunciando las in- justicias; siguen pidiendo la justicia, paz, democracia, siguen el camino de la exi- gencia” comentan integrantes de la Mesa Directiva de Las Abejas de Acteal y un joven de la comunidad. Después de la separación, Las Abejas de Acteal , quienes nunca aceptaron el di- nero ni los ofrecimientos del gobierno, comenzaron a trabajar para refundar las Acteal vive, resiste y crece Primera parte Andrea de la Hidalga y Fania Sánchez de la Vega Estudiantes de Comunicación / Realizaron su Servicio Social en Koman Ilel áreas de trabajo y consolidar nuevamente a la organización. Prácticamente el traba- jo comenzó de cero: la Mesa Directiva se trasladó a Acteal medio, que es donde ocu- rrió la masacre, y también cambiaron su nombre a Sociedad Civil Las Abejas de Ac- teal (en adelante Las Abejas de Acteal ) para diferenciarse de las otras Abejas que están en Nuevo Yibelhó. Entonces iniciaron un proceso de organización integral de donde surgen distintas áreas. A los encargados del área de salud se les llama “promotores de salud”. Este con- cepto implica un intercambio de saberes, donde se enseñan unos a otros la medicina tradicional y la de patente. Se busca curar a las personas principalmente con medici- na tradicional pero si no se logra, se utiliza la medicina clínica. Lo que yo veo más necesidad es de pro- motores, porque no tenemos un proyecto de cómo ayudarlos porque llegamos en los talleres, ahí comemos, necesitamos di- nero para tres o cuatro días de llevar los talleres y estamos cooperando con comida, pero a veces ya no tenemos pasajes y nos vamos caminando […] lo que queremos es que haya más doctores que puedan darnos talleres, que nos acompañen porque nece- sitamos la práctica y equipo como materia- les. Ya tenemos la teoría pero tenemos que practicar, junto va la teoría con la práctica. Con la división de la organización, mu- chos se fueron de la comunidad y ya no quedaron promotores; la gente comenzó a necesitar ayuda médica, “y por eso me Extramuros nombraron a mí, pero mi sueño es ser doctor para poder ayudar a mi pueblo, porque veo el sufrimiento también”. El área de Comunicación está integra- da por jóvenes, en su mayoría hombres, aunque poco a pocos se están involucran- do algunas mujeres. Abarca la radio comu- nitaria y el video; en la radio se transmiten mensajes de paz, música, cápsulas y noti- cias nacionales que le interesen a la co- munidad; mientras que la parte de video, es una de las más fuertes, tanto que ya cuenta con una larga lista de producciones como spots y documentales hechos por ellos mismos con herramientas propias, pensan- do que sirva como archivo y di- fusión de lucha para las nuevas generaciones. Un ejemplo de este trabajo constante es la grabación de los comunicados y conmemora- ciones los días 22 de cada mes, que luego suben a internet para que todo el mundo pueda ver lo que están haciendo Las Abejas de Acteal y que vean que no es- tán cansadas, no están durmien- do ni están solitas . El área de Educación se encuentra en proceso de cons- trucción debido a la falta de promotores. Respecto a esto, la Mesa Directiva nos comenta lo que significa educación au - tónoma para ellos y lo que bus- can alcanzar; Queremos que los niños apr ndan de nuestra cultura, del respeto, de nuestra lengua también y de la organi- zación para que conozcan cómo se defienden nuestros derechos. La educación (oficial) no está pensada para la gente indíge- na. La escuela es un aparato represor del gobierno; nosotros enseñamos de comunidad, de co- lectivo, de hablar en “nosotros”, pero en la escuela les dicen que tienen que ser mejor que otro. No queremos nada más una traducción a nuestro “dialecto”, queremos un cambio en el contenido. Dentro del área Cultural por un lado está el Coro de Acteal , a través del cual han dado a conocer su historia, su lucha, el do- lor que les dejó la masacre. Está integrado por 6 o 7 mujeres y cerca de 10 hombres. Por medio de la música han podido inte- grar el significado histórico de la masa - cre con la esperanza de alcanzar justicia mediante la resistencia, y de esta forma su mensaje ha podido llegar a diferentes partes de México y del mundo. Uno de los esfuerzos realizados por el coro para di- fundir su mensaje de justicia, paz y digni- dad, fue la organización de una gira por distintas universidades jesuitas a lo largo del país, la cual se llamó “Voces vivas por la paz con justicia y dignidad” visitando seis estados de la República mexicana. En Diciembre completaron la produc- ción de un cd de compilación que comenzó a venderse a partir del día 22; así, median- te la composición de sus propios cantos, pueden difundir la lucha, lo que han vivi- do, la historia de Las Abejas de Acteal y lo que quieren encontrar: paz, justicia, dig- nidad y buena vida; animando el corazón del pueblo. Por otro lado las y los jóvenes han or- ganizado un teatro con el cual han visto que pueden dar a conocer a otros jóvenes y a otras personas, fuera de Acteal, cómo fue la masacre. Éste teatro tiene mayor importancia porque los que están en esa área son sobrevivientes o hijos de sobre- vivientes que tienen madres y padres, abuelos o tíos que murieron ese día, así que saben muy bien lo que sucedió ese 22 de Diciembre de 1997. Ellos y ellas consi- deran que el teatro es una buena forma de dar a conocer porque puede ser más en- tretenida y dinámica. El área de No Violencia es de reflexión y está ligada a la espiritualidad. Se fundó hace tres años, cuando los coordinado- res se dieron cuenta de que los jóvenes estaban perdiendo la memoria histórica, entonces empezaron a juntarlos para que aprendieran cómo empezó la organización, quién la fundó, en dónde salió la idea. Así encontraron un camino no violento, por medio de la pa- labra de Dios, en la raíz de sus antepasados. “Pero los jóvenes ya no entienden muy bien por- qué se fundó y eso es lo que en el área de No Violencia están tratando de rescatar: la raíz de la organización, la raíz de la palabra de Dios y también la identidad de Las Abejas ”. La organización reconoce que los jóvenes tienen que aprender la historia de Las Abejas de Ac- teal ; antes había como 10 o 15 jóvenes pero actualmente que- da la mitad, por eso planean invitar a más jóvenes para el próximo año. La Cooperativa de Artesanías es un área conformada por mujeres de las comunidades base (27 aproximadamente) y funciona mediante talleres de corte, confección y tejido que mujeres solidarias exter- nas llegan a impartir y, de esta manera, las mujeres de la co- munidad pueden compartir posteriormente sus saberes con las nuevas integrantes. Las artesanías se venden en Acteal, pero poco a poco se van haciendo esfuerzos para llevar los artículos a otros lugares. De la venta de dichas artesanías se obtienen re- cursos para el sostén económico de quie- nes las elaboran. El dinero que se obtiene va a las economías familiares, lo cual le da fuerza a la lucha de la sociedad entera. La Caja de Ahorro es un apartado de la organización que está coordinado por mujeres, quienes se vieron en la necesidad de buscar alternativas para guardar re- cursos económicos que dieran seguridad a sus familias. …Pensó en sembrar miedo y terror, pero se comenzó a organizar la gente, con esto el gobierno nos hizo el favor para extender nuestra lucha a nivel internacional… Foto: Andrea de la Hidalga y Fania Sánchez de la Vega Foto: Andrea de la Hidalga y Fania Sánchez de la Vega
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