Contratiempo

3 2 Directorio Rector David Fernández Dávalos, SJ Director General del Medio Universitario Noé Castillo Alarcón Centro de Participación y Difusión Universitaria Jorge Eduardo Basaldúa Silva Coordinación de Difusión Universitaria Carolina Martínez de la Peña Ibero Prensa Cuauhtémoc Cruz Isidoro Colaboradores Karen Reyes González Eliel Francisco Sánchez Acevedo Gonzalo Miguel Vélez Pérez María Fernanda Palomino González Guillermo Guadarrama Mendoza Carla Sofía Ruiz Ramírez Mariana López González Samantha Arredondo Rivera Úrsula Torres Lucila Sandoval Herrera Diseño Gráfico Gabriel Reyes Espinosa Contratiempo es una publicación hecha por estudiantes y dirigida a toda la comunidad universitaria. Los textos son responsabilidad de sus autores y no reflejan, necesaria - mente, la postura de la Universidad Iberoamericana Puebla. Toda cola- boración queda sujeta a los crite- rios del Consejo Editorial para su publicación. Tiraje: 500 ejemplares de distribu- ción gratuita. Co tacto: iberoprensa@iberopuebla.mx Editorial Editorial En la Ibero Gonzalo Miguel Vélez Pérez Estudiante de Comunicación Miembro de la Asamblea Más de 131 “No es digno de estudiantes de la Ibero” Puse el programa de Carmen Aristegui como todas las mañanas. Después del corte entró el loop del programa. Carmen presentó a su entrevistado, Enrique Peña Nieto, quien en unos meses se proclamaría presidente electo de México, pero segura- mente no soñó en qué condiciones lo haría. Después de una extensa entrevista –de aproximadamente una hora– el entonces presidenciable se despedía deseando un “buen día y un buen fin de semana” y la periodista señalaba, sabiendo de la pre- sencia de manifestantes en la Universidad Iberoamericana, “Gracias a Enrique Peña Nieto y bueno, veremos que sucede en la Ibero que vas para allá; de Mariano Escobedo rumbo a la Ibero. El tiempo que te tome pues, ahí van los equipos”. Le encargue a mi madre escu- char la ponencia de Peña Nieto, a través de Ibero 90.9 , ya que yo no podría hacerlo. Prendí mi computadora y se la dejé. A la media vuelta y con seguridad de bajar las escaleras, comen- cé a escuchar lo que en las siguientes 72 horas sería re- producido en redes sociales como lo que marcó el 11 de mayo del 2012. Apabullantes abucheos y chiflidos venían de las bocinas de mi or - denador. Los “¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!”, se - guidos de “¡La Ibero no te quiere! ¡La Ibero no te quiere!”, me recorrieron la espina al calce del primer escalón. Así debieron sen- tirse nuestros antepasados al escuchar un ruido desconocido sin ser capaces de reconocerlo con los ojos. Lo que eran unos cientos de estudiantes, parecían ser cien- tos de miles rugiendo. La energía de sus consignas envolvía el aire que pasaba por el auditorio Sánchez Villaseñor S.J. y me transportaban ahí, junto a sus autores. Decidí quedarme, no iría a clases ese día y me sentaría a escuchar qué tenían que decir los estudiantes; decidí quedar- me a escuchar la historia más interesante de estas elecciones. Mientras Peña hablaba, se subían co- mentarios y fotografías a través de Twit- ter. En ellas se apreciaban una franca confrontación entre manifestantes a fa- vor y detractores del candidato. Compa- ñeros universitarios que usaban pelucas de plástico y pancartas mandadas a ha- cer en masa que expresaban el supuesto apoyo al presidenciable que ya terminaba su exposición; atrás, afuera del auditorio, los demás compañeros que manifestaban su rechazo siendo cercados por el Estado Mayor Presidencial para que no pudieran entrar. Enrique Peña Nieto, después de haber creído esquivar la bala de Atenco, se dis- ponía a tomar el reconocimiento de la casa de estudios y retirarse. Sonreía y agitaba su mano al aire, tal como si nada estuviera pasando. Se escuchó al fon- do del Sán- chez Villaseñor a una estudiante pidiendo res- puestas sobre Atenco. Él no puedo aguan- tar más y violó una regla principal en la política: “el que se enoja, pierde”. Tomó el micrófono de mala gana y comenzó a dar una respuesta que, en los siguientes dos minutos, terminaría de golpear fuerte- mente a su campaña política y terminaría de revolver la conciencia estudiantil. -…Cuando se vieron afectados - los dere- chos de la población- por intereses particu- lares, tomé la decisión de emplear el uso de la fuerza pública para restablecer el orden y la paz y que en el tema, lamentablemen- te hubo incidentes que fueron debidamente sancionados y que los responsables de los he- chos fueron consignados ante el poder judi- cial. Pero… reitero, reitero… fue una acción determinada personalmente, que asumo personalmente, para restablecer el orden y la paz, en el legítimo derecho que tiene el Estado mexicano de hacer uso de la fuerza pública como, además debo decirlo, fue vali- dado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación; muchas gracias.- Los estudiantes estallaron con un “¡No!” que después fue seguido por “¡Asesi - no! ¡Asesino!”. En la siguiente media hora, a través de la estación de radio, sólo se es- cucharían las consignas y la franca confu- sión de los conductores ya que tenían una entrevista programada con Peña y este iría a la cabina, metería un pie ahí y saldría ante un comentario de su jefe de seguri- dad. Peña iría a los baños de la Universidad Iberoamericana a consultar con sus ase- sores una ruta de salida; otro video que le daría la vuelta al país. Pedro Joaquín Coldwell tomó el lugar del candi- dato en la cabina de Ibero 90.9 . Aquí, el presidente na- cional del PRI sólo alimenta- ría el fuego al decir que esto “no era digno de estudian- tes de la Ibero”, que él había sido estudiante en esta casa de estudios. Sugeriría, unos minutos después, que aquellos que se manifestaban debían de tener algún interés partidista o, incluso, debían de ser gente ex- terna a la institución. Esta declaración sería repetida en varios medios de comunicación, pero no habría ninguna entrevista a los estudiantes. El plan era que el asunto no fuera desmentido. Sin embargo, en los próximos días, saldría un video que se volvería viral. Estudiantes, con creden- cial en mano, dieron su nombre y número de cuenta y dijeron “Somos estudiantes de la Ibero, no acarreados, no porros y nadie nos entrenó para nada”. “Ni u paso atrás.” Después de ver la demostración de va- lentía por parte de los compañeros del campus Santa Fe, las redes sociales se envolvieron de júbilo. Comenzó a circular el hashtag #YoSoy132 , demostrando así, apoyo y solidaridad por parte de los usua- rios de las redes sociales. Tomé mi computadora y comencé a tuitear como loco. Unos días después se Crónica de un movimiento Marcha del 23 de mayo / Miguel Vélez Después de un tiempo de ausencia, regre- sa a nuestros pasillos Contratiempo . En los últimos meses el panorama po- lítico-social de nuestro país ha cambiado, sobre todo durante y después del proceso electoral, y en él, los estudiantes univer- sitarios han jugado un papel importante. En la génesis de este despertar universi- tario, en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México surgió un movimiento denominado Más de 131 , que después se replicaría a nivel nacional en el reconoci- do #YoSoy132 . Unade las exigenciasdeestemovimiento estudiantil es la democratización de los me- dios de comunicación y reclama la búsqueda y construcción de espacios de información plurales e incluyentes que vayan más allá de las posturas de los grupos de poder. Ante eso Contratiempo refrenda su compromiso con los estudiantes de ser un medio de comunicación y expresión de y para los universitarios. Contratiempo busca consolidarse como un espacio donde las múltiples miradas de los estudiantes sobre los acontecimien- tos del entorno, sean registrados en sus contenidos. Estudiante de la Ibero Puebla, éste es tu espacio… ¡Escribe y haz que tus ideas se lean! �

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