Contratiempo
22 23 Creación y Cultura Creación y Cultura José Rubén Hernández Torres Saúl Morales Musa en vestido rojo Voy de salida… Escribo porque no sé, finjo saber para tener algo que escribir y una vez que lo escribo me encuentro otra vez con el vacío y la necesidad, necesidad inconsecuente y llena de confianza para hacerme escribir una vez más. El pie cae incontrolablement sobre l asfalto, el ire av n - za sobre el rostro, la luz ataca la piel que no está protegida, la arena en los ojos, la guerra de la cotidianeidad sobre el finito cuerpo humano. Entonces, ella está, es musa y ni siquiera sabe su esencia. Mis manos avanzan sobre tu rostro, mi piel sobre tu piel sin proteger, tus párpados sobre tus ojos y en conjunto nos leja - mos del asfalto. La guerra del, nada cotidiano, amor sobre el infinito cuerpo humano. Entonces, vacío, ella no está, es musa y ni siquiera hace uso de su esencia. ¿Puede una pluma ser pluma mientras no se haga uso de ella? Espero y la pluma sigue sin serlo, solamente espero. ¿Puede una musa ser musa si no inspira? Dos cuerp s, uno junto a otro, inertes ¿muertos? El asfal - to en su espalda y no en s s pies, el asfalto perpetuo y ahora no son espaldas, son llantas, girando repetidamente sobre el mismo punto en que los cuerpos son solamente tiza y un poco de sangre salpicada e invisible. Una musa siempre es musa, es el escritor el que no toma esa inspiración y escribe ¿Un escritor puede decirse escritor si no está escribiendo? Dos cuerpos, uno junto al otro, inertes ¿vivos? El infinito en su espalda, el movimiento, dos cuerpos que son solamente calor y un poco de sangre, inocente ¿inocente? Entonces, las letras fluyen incomprensibles, a, b, c, d, e, f, g… las letras, las palabras, eventualmente forman oraciones y las oraciones párrafos, aún incomprensibles. El orden de los factores no altera el producto. Soy producto de mis recuerdos ¿El orden de los recuerdos no altera el producto? Dos cuerpos, uno frente al otro, nada de por medio, avan - zan, las miradas paralelas y la inexpresión en sus rostros, también en ellos vacío, plac plac, plac plac, los pasos recíproca y exponencialmente distantes. Distantes. Y si el invento es que tú eres musa y yo escritor y no las ficcio - nes que escribo y es en realidad el papel el que escribe nuestra historia paralela de inspiración e inspirado. Dos cuerpos, uno frente al otro, nada entr ellos, se mue - ven, las miradas convergentes y el deseo en sus rostros, a su alrededor infinito, tap tap tap, tap tap tap, los pasos recípro - cos y paralelamente cercanos. Cercanos. Todos decían que sabía escribir, que podría hacer una vida de esto, y aún así las palabras no toman un orden, dispersas intento tomarlas en el aire y ellas son las que me toman, floto a su lado en la inexistencia, mientras la musa no me reconozca como su inspirado no podré existir como escritor. Dos cuerpos, paralelos entre ellos y en relación al piso, cuerpos en el infinito a los que se intenta mantener en el pre - sente ¿y si el único infinito es la muerte? Dos cuerpos inertes. Yo decía que sabía escribir, que podría hacer una vida de esto, Hola, me llamo Saúl Morales y estudio el último semestre de Psicología en esta uni- versidad que tanto quiero. Enmás omenos dos meses terminará esta etapa de mi vida y no me quiero ir sin decirte algunas co- sas que para mí marcaron una diferencia. No importa si vas en 1°, 3° o 12° semestre, tampoco si eres profesor o personal admi- nistrativo, te invito a sacarle jugo al tiem- po que estés aquí. Te recomiendo: 1. Mientras caminas por los pasillos o al entrar al estacionamiento de la Ibero, saluda al personal de limpieza y a los policías, lo mismo con el personal ad- ministrativo. Descubrirás que son ex- celentes personas y hasta ahora nadie me ha “puesto jeta”. Cuando vengas triste o de malas, ell@s te saludarán y te cambiarán el día. 2. Lánzate a la biblioteca: teclea cual- quier palabra que te interese en las computadoras y lánzate a conocer. No sólo hay libros sino excelentes pelícu- las y revistas que casi nadie nota, apro- véchalas. Cuando entres o salgas date 5 minutos para mirar las exposiciones que se ponen en las rampas o detente y escucha si alguien toca el piano, verás que te pones de buen humor. 3. Cuando veas que alguien vende comi- da o algún producto en la lonja acér- cate y pregúntales para qué es. Desde los demás no lo creyeron, nada más fue cuestión de mantener mi musa, pero ahora la musa no está y yo quiero seguir escribiendo ¿puedo escribir sin musa? Dos cuerpos, paralelos entre ellos y en relación al piso, cuerp s uno sobre el otro a los que nada les importa el presen - te, el infinito son ellos, jamás pensaron su muerte y aún así se entregan como si no hubiera mañana. Terminan y duermen, se vuelven cuerpos inertes. Así de qué me sirve una musa si ya jamás se presenta, si sólo es recuerdo y el orden que establezco en los recuerdos define la manera en que la musa me afecta, hoy la amo un poco más, quizás mañana un poco menos, dentro de una semana quizás me de cuenta de que jamás me amó y que viéndola así jamás podré amarla y decida… ¿qué decidir? Un hombre y una mujer se encuentran en un restaurante, cenan, se miran constantemente a los ojos, sonríen, debajo del mantel juegan con sus piernas y la sonrisa se vuelve perver - sa, como de aquel que sabe que hace algo moralmente malo. Entonces se levantan y bailan, se entregan a la música que los llena a través de los oídos y sale por sus pies, sus pies exhalan armonía, melodía y ritmo. El mismo hombre y la misma mujer ahora se miran más de cerca, la música ha dejado de importar, ahora son ellos los que establecen el ritmo, más lento, más rápido, eventualmente un beso, más cariñoso, más apasionado, una caricia, y lamano que indiscretamente levanta un vestido, y lamano que se enreda en el cabello del hombre. Un beso cada vez más apasionado. El mismo hombre y la misma mujer aún más cercanos, des - nudos, uno frente al otro entregándose apasionadamente al otro, el beso transformado en sexo, y el recuerdo de la virgi - nidad muchos años atrás perdida y, sin embargo, perdiéndose más en cada una de las camas en que ella se ha entregado. Un orgasmo, un beso, buenas noches, te amo. Y en la entrada de un hotel un hombre mira a las ventanas desesperanzado. La mujer saluda a ese hombre y lo besa engañosamente en los labios, le sonríe, lo abraza, y le dice lo mucho que lo ha ex - trañado, el sonríe y finge y le devuelve el abrazo, se resigna. Caminan por la ciudad, el viento afecta a ambos, el cabello de ella se mueve armónicamente en el aire, él solamente cie - rra los ojos intentando que la tierra no lo lastime, por la calle circula una gran cantidad de automóviles. Ella camina con el otro hombre por el mismo punto, cruzan la calle y un automóvil a gran velocidad los atropella, el caos reina. Policía, una ambulancia y el conductor del auto luce tranquilo, yacen ambos en el piso, los paramédicos los levan - tan y la ambulancia acelera entre los curiosos, en el piso solo quedan las marcas de tiza y sangre salpicada. Entre los curio - sos se encuentra el hombre que miraba el hotel, cierra los ojos y suspira, llora y se aleja de la escena. El escritor pone punto final al texto escrito y se levan - ta, también llora, es el mismo hombre que estaba en el hotel desesperanzado. ¿Y si es el escritor el que pagó para quemataran a sumusa?… � los equipos de básquet que juntan para los InterSuj hasta los CERs que orga- nizan congresos, les dará muchísimo gusto que los ayudes. Ellos te apoya- rán también cuando lo necesites: lo he comprobado. 4. Ve con tu coordinador de carrera y cuéntale lo que te parezca bien, lo que no te guste, los profesores que de plano no funcionan y aquéllos que la Univer- sidad debería de premiar. Pregúntale cuál es su experiencia, cuál es la situa- ción de la carrera y en qué eventos o congresos podrías participar. Estarán muy agradecidos, les encanta platicar con sus alumnos. Si no te recibe, ve a Rectoría y pide otro coordinador, es tu derecho. 5. Participa, participa, participa. Detente a ver los carteles que están bajando las escaleras. Ahí descubrí viajes, confe- rencias, conciertos y exposiciones que cambiaron mi forma de ver la vida. No te pido que vayas a los de filosofía pre- socráticaexistencialista , ve a los de tu carrera y verás cómo le sacas fruto. 6. Si estás leyendo esto vas bien. Toma el Contratiempo, el Noti Ibero, el Expre- sioneSj y las publicaciones que dejan gratis en las escaleras. Descubrirás cosas muy valiosas, te enterarás de mucho y pasarás un buen rato en lo que esperas el camión o en lo que llega tu profe de la siguiente clase. Contesta las trivias que vienen ahí para tener tazas, libretas, plumas y demás de tu universidad, ganarte pases de cine o simplemente mejorar tu destreza en el sudoku. 7. Aviéntate a dormir en el pasto, a sen- tarte en los pasillos, hacer ula ula o jugar freezbe en las áreas verdes ¿Por qué perderte de ello? ¿Quién te lo impide? 8. Toma un taller de Fotografía, métete a atletismo, teatro, fut, tenis, danza contemporánea… o lo que quieras. No importa si no sabes nada al inicio, ve- rás que conoces a gente única, que le apasiona lo mismo que a ti aunque no vayan en la misma carrera. Si asistes a un InterSuj en lo deportivo o cultural verás que es algo inolvidable. 9. Cambia el salir de antro por salir DEL antro. Verás que Puebla tiene muchas otras cosas que ofrecerte además de la vida nocturna o el shopping. Aviénta- te a ser turista en tu propia ciudad. Si eres foráneo aviéntate a conocer otra cosa de Puebla que no sea el antro . Re- comiendo los cafés del centro de Pue- bla… son otro nivel. 10. Por favor, no te encierres en un sólo grupo de personas: tus amigos de la prepa, del lugar donde provienes o de tu generación nada más. Aviéntate a platicar con tus compañeros de otras clases como inglés o ARU. Terminarás conociendo muchas formas de pensar, tendrás amigos de todo el país y mu- chas personas a las cuales pedirles para tu camión cuando te quedes sin feria. Ahora que estoy a punto de dejar la uni- versidadme doy cuenta que sonmuchas las cosas que aprendí, la gente que conocí y las actividades que pude hacer. Es cuestión de dejar salir la curiosidad, de buscar lo que te apasiona, de vivir la vida como tú quieres y no como la sociedad nos impone. Si pasas 4 o 5 años en esta Universi- dad, si al salir sólo recuerdas las clases y lo único que tienes en las manos es un tí- tulo ¿Qué chiste tiene? Te invito a ser libre tal y como la Ibero nos lo propone, a ver si nos aguantan des- pués… �
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