Contratiempo
18 19 Académicos Creación y Cultura Del autor de Península, Península. El Estado fallido en México: ¿Qué factores propician que México que acerque a un Estado fallido? Tania Briseño Oliveros Andrea Gómez Chargoy Conocí a Hernán Lara Zavala en diciembre de 2011 meses. Me inscribí a un taller de Narrativa en la Casa de la Cultura de Pue- bla y desde entonces tomo el taller cada mes. Me metí al taller sin saber quién era Hernán, ni su trayectoria ni nada. Sólo supe, con el tiempo, que era una persona sumamente amable, inteligente, con mu- cha personalidad, con gran sentido del humor y que le gusta ser directo. En el taller, de no ser por su basta expe- riencia que se nota cuando habla y cuando emite las críticas a nuestros cuentos, no se siente que él esté manejando la situa- ción, es decir, nadie se siente intimidado, ni aceptamos sus juicios como verdad ab- soluta y siempre estamos en un diálogo fluido y de retroalimentación, incluso, a veces peleamos con intensidad, se salen malas palabras, y lo mejor es que se nota, en general, que todos salimos satisfechos. Como contexto, el escritor mexicano tiene entre sus estudios Letras Inglesas, una maestría en Letras Hispánicas en la UNAM, otra maestría en “Estudios sobre la novela” en la Universidad de East An- glia, en Inglaterra. Ha fungido en distin- tos puestos como Director de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM de 1989 a 1997, como Coordina- dor del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas durante 1998. Actualmente se desempeña como Coordinador del posgrado en Letras de la UNAM. Entre su trabajo como escritor, tiene doce obras publicadas, y ha ganado seis premios y reconocimientos tanto por algunos de sus libros como por su obra publicada. ¿Por qué decidiste ser escritor? Mira, yo estudié primero la carrera de in- geniería en la Facultad de Ingeniería de la Ciudad de México, porque yo soy el hijo mayor de una familia de nueve hermanos y mi papá quería que los hombres fuéra- mos gente productiva. Pero me sucedió que me tocó el movimiento del ’68 cuando yo estaba en la Facultad de Ingeniería (…) fue un movimiento más bien de carácter social, y a mí me afectó mucho el carácter vocacional. Yo ya iba en tercero de la Facultad El concepto de Estado Fallido se intro- dujo a las ciencias sociales a partir de la Guerra Fría y planteaba la teoría de que “la debilidad de ciertas naciones se po- dría explicar principalmente por el hecho de que el derecho de libre determinación se concedió a muchos de ellos únicamen- te basándose en sus estatutos (colonias) y no en sus capacidades para administrar sus nuevos países” (Herman y Ratner, 1992 en: Chapaux, 18/03/2009). Sin em- bargo, el concepto no ha estado libre de politización e incluso surge como parte de la política internacional de Estados Unidos, que a través de su concepción del Estado Fallido, intentaba justificar la in - tervención norteamericana en algunas regiones del planeta. Será a partir del 11 de septiembre del 2001 que los Estados Fallidos pasan a tener una mayor relevancia en las relaciones interna- cionales, al ser considerados un elemento constitutivo de la nueva estrategia de segu- ridad de Estados Unidos, en la guerra con- tra el terrorismo global. (Mendoza, 2004) Así, se perseguía “la imposición de un modelo de gobernanza [donde las] rela- ciones en tre Esta do, sociedad civil y mer- cado serí an pare cidas a las presentes en Europa y EE.UU. ” (Fukuyama, 2004 en: Chapaux, 18/03/ 2009). No obstante, la conceptu alizació n de este nuevo término ha tenido distintas orientaciones, espe- cialmente debido al doble discurso que empleó Estados Unidos en Irak. Primero, los norteamericanos argu- mentaron que intervendrían en Afganis- tán y en Irak. En Afganistán porque era un país con un Estado fallido que albergaba amenazas importantes para la seguridad nacional estadounidense. En Irak porque era un Estado fuerte con un régimen que atentaba contra los derechos humanos y que podía usar su fuerza para atacar a países como Estados Unidos. Sin embar- go, al derrocar al régimen de Hussein en Irak, EEUU justificó su presencia en el país al explicar que lo que con Hussein fue un Estado fuerte, tras su derrocamiento se había convertido en un Estado fallido y que Estados Unidos debía permanecer ahí para evitar el caos y ayudar a recons- truir las instituciones. Así, el concepto de Estado fallido se vol- vió confuso. ¿Era un concepto para justifi - car guerras o podía usarse para describir situaciones políticas reales? Finalmente, a pesar de las confusiones conceptuales, se hizo evidente que los Estados fallidos po- drían representar un grave peligro para la seguridad internacional y desequilibrar regiones enteras del planeta. Podemos decir que existen Estados fallidos propiamente dichos y Estados desestructurados (Mendoza, 2004). Los Estados fallidos son espacios del planeta donde las instituciones estatales son nu- las o incapaces de procurar a los ciudada- nos sus derechos y que, por tanto, corren el peligro de albergar grupos terroristas y/o de delincuencia organizada. Por otro lado, los Estados desestructurados son ineficientes en sus tareas de procurar los derechos y hacer valer la ley, y tienen pro- blemas para retener el monopolio de la violencia. Por ello, sus instituciones son poco legítimas y no logran que el país me- jore sus estándares de vida efectivamen- te. Esta diferencia entre Estado fallido y Estado desestructurado es prácticamen- te de grado. Sin embargo, esta descripción del Es- tado fallido es altamente abstracta y no nos dice exactamente cuándo un Estado es fallido y cuándo no. La revista Foreign Policy y la organización civil Fondo por la Paz elaboran cada año un índice que co- loca a casi todos los países del mundo en categorías según su fortaleza estatal. Las categorías son: crítico, en peligro, límite, estable y muy estable. El índice toma en cuenta las siguientes variables: 1. Presiones demográficas 2. Refugiados y desplazados 3. Agravios colectivos 4. Fugas humanas 5. Desarrollo desigual 6. Economía 7. Deslegitimación del Estado 8. Servicios públicos 9. Derechos humanos 10. Aparatos de seguridad 11. Élites divididas 12. Intervención externa Esta entrega se realizó en febrero de este año para la materia de Prospectiva Políti- ca y Diseño de Escenarios de la licenciatu- ra en Ciencias Políticas y Administración Pública. El artículo completo puede consultarse en el micrositio del periódico www.iberop ue bla.edu.mx/micrositios/contratiempo/ � cuando una maestra me dio un muy buen consejo, una maestra que no era ni siquie- ra de ingeniería, era de italiano. Me dijo “Mire Hernán, usted si de veras quiere estudiar Letras, no renuncie a Ingeniería. Estudie las dos carreras, hay posibilidad de hacer carreras simultáneas”. Y eso hice, y no fue un mal consejo, ¿eh? Porque
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