Análisis de la iniciativa presidencial de reforma constitucional del Poder Judicial

13/ Análisis de la iniciativa presidencial / IBERO Puebla claros de preselección, evaluación y promoción de las candidaturas, sino que además nos deja ver que la elección por voto directo no ha ayudado a mejorar la imagen de jueces, magistrados y ministros ante la sociedad. De acuerdo con datos del Latinobarómetro, entre 2011, año en que se llevó a cabo la primera elección de este tipo, y 2023, ha incrementado la población que tiene poca o ninguna confianza en las instituciones que forman parte del Poder Judicial, pasando del 70.3% al 76.4%. Caso Estados Unidos Para la elección de jueces federales en Estados Unidos, por mandato constitucional, el proceso de designación corresponde al Presidente con aprobación del Senado. En primer lugar, es oportuno decir que la politización de la judicatura en EUA es un fenómeno que se asume sin demasiados sobresaltos, por más que en algunas circunstancias haya intentado limitarse la influencia de los partidos políticos y de diversos grupos de interés. La potestad presidencial para el nombramiento de jueces federales que, además, son nombramientos vitalicios4, incide de manera muy notable en la composición de la judicatura. Baste como ejemplo decir que, durante el mandato de Donald Trump, en sólo cuatro años fueron nombrados más de 230 jueces de las cortes federales de apelación (lo que representa el 30% de ellos) y tres de los nueve jueces de la Corte Suprema (Scheindlin, 2021). La idea de la reforma judicial en cuestión, al menos en parte, está dirigida precisamente a limitar el presidencialismo en el proceso de elección de jueces federales. En nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, la influencia del Poder Ejecutivo en este proceso se percibe muy negativamente. Y tampoco se estima confiable que el Poder Legislativo mexicano ejerza el control del nombramiento a través de la elección de la judicatura mediante el sistema de ternas propuestas por el Ejecutivo, especialmente cuando en el Congreso de la Unión un partido ha logrado la mayoría calificada o cuando las coaliciones políticas permitan alcanzarla fácilmente. Vale decir que esto último ya ha ocurrido en México, incluso después del proceso de democratización que terminó con la hegemonía priísta de más de 70 años. Por lo que respecta a la elección de jueces estatales en EU, la mayor parte de los estados de la federación ha preferido limitar la influencia de los poderes Ejecutivo y Legislativo. En ese sentido, la experiencia de ese país puede ser muy provechosa para la iniciativa de reforma que 4 De acuerdo con las leyes estadounidenses, un juez federal puede ser destituido solamente mediante un “proceso de destitución ( impeachment en inglés) en la Cámara de Representantes y un fallo condenatorio en el Senado… [así] se protege a los jueces de los deseos pasajeros del público y les permite aplicar las leyes desde una perspectiva única de justicia, y no por preocupaciones electorales o políticas.” (La Casa Blanca, 2024).

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