Testimonios 2023-2024

55 • María de los Ángeles Juárez Hernández Todos sabemos que la filosofía jesuita es 100% humanista, y a través de este humanismo es que se tiene la premisa de que todos los seres humanos no dejamos de aprender nunca. Con esa filosofía es que la Universidad Iberoamericana Puebla voltea sus ojos a un sector de la sociedad vulnerable por la edad, porque ya no tenemos las mismas aptitudes físicas, pero sí tenemos más entusiasmo. En ese contexto se crea PUPA, que es vanguardista: la IBERO Puebla es la primera universidad, cuando menos en Puebla, que ofrece este programa universitario para adultos mayores. Yo lo considero como un rescate hacia esa vulnerabilidad en la que estamos socialmente encasillados para reiniciar una fortaleza espiritual. Es cierto que nuestras facultades físicas no son las mismas, pero repito: nuestro entusiasmo es todavía mayor que el de los jóvenes por seguir aprendiendo. A nombre de todo el grupo, me permito hacer un reconocimiento a quienes hayan sido los creadores de este programa. Es importante que sea replicado en todas las universidades o en la mayoría de ellas. Educación incluyente e intergeneracional Vine por una inquietud intelectual que tenía y que siempre he tenido. Me enteré de que había un programa para adultos, acudí y me quedé maravillada. Para mí, PUPA significó un oasis, una renovación, un volver a vivir, porque ya no llego a las aulas a aprender para salir a competir en un mundo laboral y profesional. Ahora llego a PUPA para aprender, disfrutar, sentirme viva y estar intelectualmente activa. Es por eso que considero que me ha reportado dignidad intelectual. Yo invitaría al PUPA a todas estas personas que ya cumplimos socialmente con el rol familiar, profesional o laboral y que ahora estamos en una etapa de retiro, de jubilación, de que la familia ya no está con nosotros. Es el momento para nosotros mismos, para venir a disfrutar y sentirse vivas. Tengo 12 años en el PUPA. Recién me retiré inmediatamente acudí a la Universidad. Tengo que agradecerle muchísimo: además de la vitalidad intelectual que me ha dado, también el cúmulo de amistades que me he encontrado. Llegamos a la Universidad Iberoamericana Puebla, nos encontramos en un ambiente universitario, volvemos a ser un poco jóvenes, encontramos alumnos y compartimos todos el mismo amor, tanto por el aprendizaje como por la vida; salimos perfectamente revitalizados de las aulas. Cada clase para mí es una maravilla, salgo feliz compartiendo con mis compañeros el contenido de las clases. Dada la calidad profesional de los maestros y su entusiasmo, nos dan unas clases maravillosas y salimos verdaderamente fortalecidos espiritualmente. Es posible mejorar el mundo; yo doy fe de eso. Para mí, PUPA significó un oasis, una renovación, un volver a vivir, porque ya no llego a las aulas a aprender para salir a competir en un mundo laboral y profesional. Ahora llego a PUPA para aprender, disfrutar, sentirme viva y estar intelectualmente activa.

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