Libro de resúmenes

248. Secciones retóricas y elementos estructurales en el género imagen clínica. Propuesta descriptiva en estudio piloto Linier Enrique Escobar Samaniego Universidad de Panamá Los estudios enfocados en la organización retórica de géneros escritos han contribuido al conocimiento, enseñanza y producción de diversos textos tanto académicos como disciplinares. En este ámbito investigativo, los géneros de las ciencias médicas han despertado interés en los últimos años. Tomando en cuenta la utilidad didáctica de la imagen clínica en publicaciones médicas, surge la necesidad de describir la estructuración retórica de este género y así poder contribuir con su adecuada elaboración. Para ello, es preciso conocer ¿Cuál es la estructura retórica de la imagen clínica, según sus propósitos comunicativos? Este es un trabajo piloto que busca establecer criterios para un estudio más amplio a partir de la descripción de las secciones retóricas más representativas y los elementos estructurales más frecuentes en este formato textual. Se trata de un estudio exploratorio, cualitativo, a partir de una muestra intencionada. Se describieron las distintas partes y sus características siguiendo la propuesta de Swales (1981,1990, 2004) y Biber (2007). Se identifcaron once elementos estructurales y 15 secciones retóricas. La presencia de los elementos fue estable en la totalidad de la muestra. En el caso de las secciones, la frecuencia fue variada, seis de ellas fueron común en todas las imágenes clínicas estudiadas. Entre ellas están: presentación del paciente, historia del caso, resultados de pruebas diagnósticas, revisión de la literatura, alusión a imagen clínica. Finalmente, se podría concluir que todos los propósitos comunicativos de las distintas secciones giran en torno al macro propósito del género. Palabras clave : Imagen clínica, sección retórica, elementos estructurales, propósito comunicativo, género. 249. Estrategias lectoras para la construcción de textos académicos en el bachillerato Mario Olivier Tagle Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Según Margaret Meek (2004), examinar la escritura equivale a leer. Las condiciones en que se dé esta lectura, variable en tiempo y forma, permitirán, a través del profesor en su rol de mediador cultural (Petit, 2001), que el alumno, en vez de ser un sujeto paciente de la alfabetización instrumental, se convierta en parte activa del proceso de su propia transformación. Esto quiere decir que las prácticas de escritura deben vincularse a pautas de acción consistentes con la expresión propia y con recursos que le ayuden a la apropiación de formas de pensamiento alternativas. Si bien puede decirse que la prescripción lectora en este nivel da prioridad, aunque no únicamente, a la redacción de textos académicos de carácter argumentativo-expositivo, no brinda el andamiaje necesario para ir del aspecto meramente informativo al argumentativo, de tal manera que hay un vacío que da prioridad a la forma sobre el contenido. El propósito de este trabajo es describir cómo se establecen estas condiciones, como se ha hecho antes énfasis: enseñar a signifcar, es decir, enfrentar al alumno a la posibilidad de diferenciar lo que se dice de lo que se quiere decir: simplifcado en el acto de traducir, acotar, circunscribir el problema retórico mediante una suerte de edición, de ahí la noción de mediación, desde el ámbito de su propia experiencia. Palabras clave: Escritura como lectura, mediación, signifcación.

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