Agenda Institucional IBERO Puebla

7 6 AGENDA INSTITUCIONAL: DE LA REFLEXIÓN A LA ACCIÓN UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PUEBLA de transparencia y rendición de cuentas, genuinamente dirijan su quehacer hacia la mejoría de las condiciones de vida de las perso- nas y; b) la participación ciudadana en el diseño e implementación de las políticas y programas que buscan transformar la realidad. La complejidad de nuestro entorno, nos recuerda con claridad a todos los actores, ya sean públicos, del sector privado, de la so- ciedad civil o de la academia; que cada uno, por sí solo, no puede transformar la realidad. Es a partir de la suma de voluntades, pau- tas de entendimiento y del concierto de compromisos que se pue- den diseñar alternativas de cambio que, más allá de las banderas políticas, pongan a las personas en el centro de la acción. Por ello, con la presente publicación, buscamos como Universi- dad participar activamente en el diseño de alternativas de cambio que ayuden a los tomadores de decisiones en la construcción de respuestas. Las propuestas de acción que planteamos junto con los diagnósticos, sin duda alguna no son todas, ni las únicas, ni mucho menos letra inamovible; sino, literalmente, proposiciones que ofrecemos con el objetivo inmediato de abonar a un entorno de discusión pública sobre los principales problemas que aquejan a la sociedad y ante los cuales todos necesitamos colaborar. El ejercicio que se condensa en esta Agenda Institucional: de la reflexión a la acción , busca también ser clara expresión de nues- tra identidad como Universidad Jesuita; es decir, como una co- munidad educativa que entiende su labor a partir de un compro- miso profundo con el mundo en que vivimos y que desea generar procesos de formación de jóvenes que sean sujetos de cambio y sobre todo que busquen ser, no los mejores del mundo, sino los mejores para el mundo. Como lo postuló Ignacio Ellacuría, la Universidad debe tener como horizonte la realidad –los desprotegidos— y su objetivo es em- poderar cambios estructurales. Por ello, los procesos educativos no son neutrales, ni imparciales, buscan construir cierto tipo de ciudadanía. En palabras del Padre General, Arturo Sosa: “las ins- tituciones bajo nuestra responsabilidad tienen conciencia de su papel ciudadano en los temas que afectan a la sociedad y no que- remos para nada estar ausentes de esas discusiones, sino aportar como ciudadanos en una actitud de diálogo respetuoso y abierto. Nuestra comprensión de la realidad y nuestras propuestas para mejorarla deben ser parte de ese diálogo con la sociedad”. Una universidad jesuita siempre es una universidad histórica, esto es, conformada en su identidad y sus funciones según las exigen- cias de la concreta realidad en la que se inserta. La calidad e ido- neidad de una institución universitaria de la Compañía de Jesús, se mide entonces en relación con la respuesta que da a las necesi- dades del entorno de cada tiempo y lugar, es decir, por un criterio esencialmente político de pertinencia social. En suma, mediante esta agenda institucional, buscamos ser co- herentes con nuestra convicción de que la Universidad es un ac- tor que no puede abstraerse de la realidad sino, todo lo contrario, debe dejarse interpelar por la misma y, en consecuencia, poner sus saberes al servicio de la tarea colectiva de superar los grandes retos a los que nos enfrenta el contexto poblano. Presentamos la Agenda Institucional: de la reflexión a la acción , justo en este momento donde un nuevo gobierno entra en fun- ciones, porque consideramos que los momentos de cambio abren también espacios de oportunidad y es ahí donde creemos que una Universidad Jesuita como la nuestra puede encontrar condi- ciones propicias para realizar su papel histórico: Buscamos ser ac- tores que dinamizan la discusión pública y, por lo tanto, asumimos explícitamente el reto de pasar de la reflexión a la acción.

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