Se han encontrado daños genotóxicos en poblaciones cercanas al río Atoyac, esto quiere decir que, sustancias tóxicas han afectado el material genético de estas personas, y por lo tanto son más propensas a desarrollar cáncer, así como tener hijos con alguna malformación congénita (Montero-Montoya y col., 2006). Por todo ello, integrantes de comunidades de la Cuenca, en Tlaxcala, interpusieron una queja en 2011 ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, que resultó en la Recomendación 10/2017, donde la CNDH asienta que “lo que se muestra es un estrecho vínculo entre la calidad del medio ambiente, el saneamiento y la salud”, además de establecer que ese mismo año se debería celebrar “un convenio y/ o acuerdo de coordinación interinstitucional y cooperación técnica, entre CONAGUA, la SEMARNAT, la PROFEPA, la COFEPRIS, los gobiernos de los estados de Puebla y Tlaxcala, y los municipios colindantes con el Río Atoyac y Xochiac, y sus afluentes (…) así como con las organizaciones de la sociedad civil que así lo deseen; con el objeto de elaborar e implementar un Programa Integral de Restauración Ecológica o de Saneamiento de la Cuenca del Alto Atoyac”. A pesar de esta grave situación de salud ambiental, no se está actuando de manera contundente y hay una falta de acción y coordinación gubernamental. 18
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