INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 97 Como puede observarse, el camino hacia la institucionalidad ambiental se fue definiendo con más claridad. Se han creado leyes que han ido ajustándose para intentar alcanzar mejores prácticas; aunque aún falta mucho por consolidar y los logros que se han alcanzado son en realidad muy limitados, el interés y la preocupación por los temas ambientales se ha fortalecido. A pesar de que ha habido avances en la creación de instituciones y normativas para la protección y gestión de los recursos naturales, lamentablemente las políticas públicas en materia ambiental carecen de una visión que integre de manera efectiva a la sociedad en aspectos de gestión, toma de decisiones, consenso, fomento y reconocimiento de formas alternas y de coexistencia con la naturaleza. Es una constante que se dejen de lado iniciativas de articulación de los espacios urbano, rural, rural-urbano e industrial, que contribuirían a que la sociedad transite hacia la sustentabilidad, desarrollando tecnologías adecuadas, modificando sus patrones de producción y consumo, promoviendo mayores niveles de educación, cultura ambiental y desarrollo regional. Mientras que el Estado ha intentado modernizar su política ambiental, suscribir tratados y acuerdos internacionales, y crear instancias diversas de monitoreo, las problemáticas se han multiplicado, lo que ha propiciado el surgimiento y la visibilización de dos importantes actores: organizaciones de la sociedad civil preocupadas por la protección del medio ambiente y la defensa del territorio; y un buen número de investigadores y estudiosos quienes, desde diversas disciplinas, abordan numerosos aspectos de la gran variedad de temas sobre el ambiente. Es indudable que el mundo contemporáneo se caracteriza por un conjunto de problemáticas sociales, de sustentabilidad ecológica y necesidades ambientales que han cuestionado el actual modelo de desarrollo. La pérdida de valores naturales y culturales que derivan en procesos de desertificación; el cambio de uso del suelo en territorios de alta biodiversidad; la fragmentación de hábitat naturales; la entrada de megaproyectos que afectan a las fuentes de abasto de recursos renovables para la población; la pérdida de ecosistemas; la crisis hídrica; el modelo de producción actual que conlleva al cambio climático y riesgo ambiental; la contaminación y emergencias ambientales y los cambios en las dinámicas sociales derivados de las modificaciones en los patrones ecológicos, económicos y culturales, son algunas de las cuestiones que requieren ser atendidas.6 6 Algunos datos sobre estas problemáticas son los siguientes: DESERTIFICACIÓN: Según la FAO, en 2019 “el 55% del territorio mexicano está afectado por erosión hídrica y eólica” que acentúa este fenómeno. https://www.onu.org.mx/mexico-esta-dando-la-batalla-contra-la-desertificacion/. PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD: “Según a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, más de dos mil 600 especies se encuentran en alguna categoría de riesgo en México.” http://ntrzacatecas. com/2020/05/23/mexico-ha-perdido-50-de-sus-ecosistemas-naturales/. MEGAPROYECTOS: “[…]
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