Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 83 En México, las experiencias de ES se multiplicaron, sobre todo a partir de la implementación de planes y programas regionales de desarrollo neoliberal, concretamente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 y, más adelante en 2001, con el impulso del gobierno mexicano del Plan Puebla Panamá (PPP). Entonces observamos el surgimiento de los movimientos de Economía Social como acciones colectivas de resistencia a la implementación de estos mecanismos de liberalización del comercio y acaparamiento de las cadenas de valor a través del impulso a las empresas transnacionales de producción, distribución y consumo. En México al movimiento de ES lo integran organizaciones de la sociedad civil, cooperativas, mutuales, empresas recuperadas por los trabajadores, asociaciones y fundaciones, entre otras formas asociativas. Sus actividades no pertenecen al sector público ni al privado, sino al sector social de la economía, o tercer sector. La puesta en marcha de la Economía Social varía según el proceso organizativo y asociativo de cada experiencia y también de las condiciones de su territorio, es decir, si hablamos de iniciativas ancladas en el espacio rural, urbano, en entornos violentos, en disputa territorial, etc. En este sentido, en las zonas rurales hablamos del uso y manejo agroecológico de los cultivos, de la base de bienes naturales y su comercialización y de la defensa y resignificación del capital natural, cultural y patrimonial. Se trata, pues, de generar y reproducir el capital social fomentando la participación comunitaria y la autogestión económica de las comunidades rurales y marginadas, teniendo al campesinado-trabajador rural-desempleado como el principal actor y beneficiario en aras de trascender el actual modelo económico agroexportador, para apostar a una estrategia de desarrollo territorial sustentada en la construcción del poder desde las bases locales. Por su parte, las posturas urbanas plantean la economía justa, solidaria que tenga como base un consumo ético, el comercio justo en donde se tenga una relación directa con el productor o bien con un “intermediario solidario” en las llamadas Cadenas Cortas de Consumo, así como una producción bajo principios agroecológicos que conserve los ecosistemas para las siguientes generaciones, procurando que las presentes tengan una vida digna y justa (Marañón, 2013: 128). Algunas experiencias de ESS en México son: Red ECOSOL, Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos, Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske, Taselotzin, Unión de Comunidades Indígenas de la Región de Istmo (UCIRI), Servicios de Promoción Integral Comunitaria Juvenil, Comunidades Zapatistas Caracoles en las Juntas de Buen Gobierno, Red Mexicana de Mercados Comunitarios, Agromercados, Alternativas-Grupo Quali, Tosepan Pankizaske, Yomol A´tel, TRADOC, Grupo Cooperativo Cruz Azul, Cooperativa Pascual, empresas acompañadas de Yo Compro Poblano, entre otras.

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