Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 81 distribución fiscal, fundaciones, gestión verticalista que dan cobertura cosmética a las empresas de capital, etc. (Coraggio, 2008: 34). De acuerdo con lo anterior, es preciso acentuar que las organizaciones de Economía Social no pueden existir fuera de sus relaciones con otras organizaciones de la misma ES, de las empresas de capital, de las organizaciones estatales y sin desconocer que existen dentro de un sistema con dominio de capital, que tiende a introyectar en las organizaciones una ética de mercado capitalista y genera como un campo de fuerzas, como diría Bourdieu, que no puede verse como un “afuera” sino que las atraviesa y constituye como formas concretas. Por tanto, entendemos la ES no tanto como una realidad que se reproduce sobre sus propias bases, sino una propuesta de prácticas económicas de acción transformadora, conscientes de la sociedad que quieren generar desde el interior de la economía mixta actualmente existente, en dirección a otra economía, otro sistema socioeconómico, organizado por el principio de la reproducción ampliada de la vida de todos los ciudadanos-trabajadores, en contraposición con el principio de la acumulación de capital; por ello, Coraggio lo denomina Economía del Trabajo para contraponerlo a la Economía del Capital, algo que el término “Economía Social no logra” (Coraggio, 2008: 37). Como lo señalamos, podemos observar que las experiencias de ES se encuentran ensayando formas distintas de hacer economía con distintos claroscuros, avances y retrocesos, sin embargo, podemos resaltar los logros que las diversas experiencias han tenido al poner en el centro el trabajo, la toma de decisiones democráticas y el bienestar colectivo. Es decir, los ejercicios de economía social cumplen un rol democratizador, al generar y potenciar los circuitos que conectan la producción con la comercialización, eliminando intermediaciones que impiden el desarrollo sustentable del sector. También, han generado una retribución más equitativa y justa de los ingresos en relación al trabajo realizado, y en acuerdo con el resto de la organización de economía social. Es decir, que la ES constituya un subsistema en construcción y no un sistema, no significa minimizar su ethos asociativo ni sus potencialidades, como tampoco desconocer su identidad cultural y su importante rol en la cohesión social, no sólo comunitaria y en la satisfacción más justa de las necesidades. No obstante, esto implica que no hay que idealizarla, adjudicándole objetivos maximalistas, evitando de esta manera posteriores decepciones paralizantes, sino que se trata de comprender que no está en condiciones de transformar unilateralmente la sociedad (Elgue, 2014: 32). Para ilustrar lo anterior, es preciso mencionar que la ES toma del cooperativismo principios y valores que se observan en acciones concretas al interior de las organizaciones que la integran, estos son:

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