Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 61 Metodología, campus sustentable y basura cero La generación de una política ambiental universitaria traducida en normativa ambiental, así como la acreditación de la vigilancia de su cumplimiento ha favorecido procesos de medición de indicadores que aseguran una disminución del impacto que genera una comunidad con más de cinco mil personas. La medición de indicadores como el agua tratada, la energía generada y ahorrada, el volumen de residuos que pueden recibir un segundo uso en la composta fortalece el seguimiento para el alcance de metas de responsabilidad y eficiencia. Actualmente la IBERO Puebla se plantea como un campus sustentable y con el objetivo de reducir al máximo los residuos: el reto Basura Cero. Estar en este punto ha supuesto un camino largo, desde los inicios de la propia universidad a la situación actual. Lo que en principio eran ideas e intenciones se ha convertido en compromisos, políticas institucionales e infraestructura, pero sobre todo en una cultura. En la Universidad Iberoamericana Puebla, desde el año 1994, se ha trabajado por la generación de instalaciones sostenibles y la protección y conservación de la biodiversidad, consumo responsable de agua, educación ambiental formal y no formal, y programas de investigación que articulen la responsabilidad social de las instituciones de educación superior (IES). Con relación al manejo responsable de sus residuos, en el año de 1994, y con la reciente creación del Programa Interdisciplinario en Medio Ambiente, la propuesta de generar un modelo educativo interdisciplinar (Ayala, 2016), el MURPA (Movimiento Universitario por la Recuperación del Papel) inicia la primera propuesta que incluyó el trabajo de estudiantes, profesores y personal de servicios. Años después, se incluyó la recuperación de otros residuos valorizables como latas, vidrio, tereftalato de polietileno (PET) y envases de cartón y plástico. En continuidad al compromiso ambiental con la Casa Común, y con el apoyo de especialistas egresados de la universidad, en el año 2008 se impulsó la construcción de una lombricomposta y separación de residuos orgánicos generados en cafeterías y restaurantes, para el mejor aprovechamiento de ellos mediante el compostaje; este esfuerzo incluyó los retos de poda. En el año 2013 se reconocen como Puntos Sustentables: la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), instalada desde la fundación del campus en 1991, el lago artificial, la lombricomposta, la biblioteca, remodelada e iluminada con energía LEED de bajo consumo, el gimnasio equipado con ecotecnologías, sistemas LEED y paneles solares, la cafetería Capeltic, del Proyecto Yomolatel de economía social. Es justo en ese año que la IBERO recibió el Premio al Mérito Ecológico por parte de la Secretaría de Medio Ambiente.

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