56 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA social. La Universidad Iberoamericana, desde sus inicios, contó con elementos de gestión y responsabilidad que paulatinamente, aunados al fortalecimiento en la ambientalización y las prácticas culturales, fortalecieron el terreno para la regulación ambiental. Eco indicadores y sustentabilidad en las IES Informes científicos de relevancia mundial como el del Centro de Resiliencia de Estocolmo (CRE) se han orientado en los últimos años a señalar los límites de capacidad de carga del planeta con el fin de incidir en la generación de políticas públicas y planes de desarrollo. A la larga, ha obligado el establecimiento de normativas y políticas, así como el apego a su cumplimiento traducido en indicadores. Estos indicadores apuntan a generar acciones encaminadas a la mitigación y adaptación hacia la estabilización del clima, la reducción de la contaminación, el uso sostenible del agua y la conservación de la biodiversidad. El tema ambiental ha permeado en la agenda universitaria de las instituciones de educación superior (IES). La Asociación de Universidades Jesuitas de América Latina (AUSJAL) definió el año 2008 en el marco de las Políticas de Responsabilidad Social (Rosano y Colls, 2017) las líneas orientadoras para que las universidades ignacianas alcancen el compromiso ambiental y sea traducido en las funciones sustantivas de docencia, investigación y gestión universitaria. El común denominador de las políticas de gestión se orientan hacia un modelo de cuidado de la Casa Común, la salud y la seguridad; contribuir a la instauración de una cultura universitaria de protección del ambiente y de la persona dentro de los miembros de la comunidad universitaria, gestionar a través de campañas y diversos medios de sensibilización un uso responsable del agua y su descarga en apego a la normativa; así como procurar el uso y manejo responsable de los residuos sólidos generados, incrementar el ahorro y la autosuficiencia energética, prevenir las emisiones gaseosas fomentando su disminución con programas de movilidad segura; e incluir la problemática ambiental y social dentro de las competencias a desarrollar en los programas de estudio. La orientación hacia la economía social y solidaria se fortalece, entre otras acciones, con la creación de programas académicos en Economía Social y el Laboratorio de Investigación en Economía Social (LAINES), así como el establecimiento de proyectos cooperativos para satisfacer necesidades de consumo dentro de la institución, como las cafeterías “Capeltic” y “Baixal”, ambas empresas de economía social, así como la organización de eventos de cultura ambiental y economías alternativas como los trueques que fomentan un consumo responsable. Las grandes ciudades se enfrentan a la falta de espacios verdes y a la posibilidad y necesidad de remodelar y conservar los existentes. Tanto las áreas verdes
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