INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA / 37 la entidad (Llaven, 25 de octubre de 2019). Las empresas que ganaron la licitación prometieron invertir más de 3 mil 800 millones de pesos, actualizar toda la red de agua, modernizar las plantas purificadoras, solucionar las fugas de agua y bajar las tarifas para 70% de los usuarios (Anderson, 3 de julio de 2014). Sin embargo, la privatización no ayudó a que los poblanos tuvieran acceso al agua de calidad. En enero de 2019, seis años después de la privatización, el SOAPAP evidenció la inoperancia de la empresa privada Concesiones Integrales S.A. de C.V. (popularmente conocida como Agua de Puebla para Todos), al señalar desabasto en más de 70% de las colonias de la capital poblana (Cózatl, C., 28 de enero de 2009) a pesar de que el director de la empresa afirmó una inversión de más de 416 millones de dólares en infraestructura (El Sol de Puebla, 20 de junio de 2019). Además, familias poblanas, instituciones educativas y comercios han presentado quejas por el aumento en las tarifas hasta de 400 y 500 por ciento y “el cobro de facturas por supuestos adeudos anteriores de cifras exorbitantes, seguidos de inconstitucionales cortes de agua y drenaje, autorizados por la ilegítima Ley del Agua del 2012” (Guzmán, 6 de mayo de 2018; García, 2 de diciembre de 2018). Es cierto que durante los primeros años de la gestión municipal de 2018- 2021, el municipio de Puebla buscó la remunicipalización del recurso hídrico, y el gobierno estatal afirmó que se estaba trabajando en encontrar las formas jurídicas para desprivatizar el sistema operador de agua (Reyes, 19 de noviembre de 2019). Sin embargo, el problema de desabasto, agua contaminada y costo es muy complejo por lo que no parece tener una solución pronta ni satisfactoria, sobre todo para los más desfavorecidos de la ciudad. “Tengo poca agua y muy sucia, pero es lo que hay y lo que siempre ha habido”6 En las colonias periféricas del sureste de la ciudad de Puebla, el acceso al agua nunca ha sido un hecho seguro. Los vecinos de estas colonias mencionan que desde sus inicios, hace aproximadamente 25 a 30 años, el acceso al agua nunca ha sido seguro, asequible ni accesible. El hecho de que las colonias se fueron constituyendo como territorios irregulares y no fueran reconocidas por el Estado, las ha mantenido fuera de todo derecho a recibir servicios públicos.7 Sin embargo, 6 Frase recogida durante una charla informal con una vecina de la colonia Valle del Paraíso. 7 Algunas colonias de la zona cercanas al río Atoyac se fueron constituyendo a partir del desarrollo de la zona Angelópolis, en el sur de la Zona Metropolitana de Puebla. Según José Cervantes (2016), la colonia Valle del Paraíso (donde se ubica Casa IBERO), surge en relación directa con la decisión de desarrollar un nuevo polo de desarrollo comercial y de servicios con tintes modernizadores. Como el autor afirma “el proyecto Angelópolis marca un hito que apuntala un tipo de construcción de ciudad excluyente”, es decir, una forma contradictoria de “estar allí” pero no “formar parte”. Las personas que llegan a vivir a estos terrenos fueron trabajadores en distintos fraccionamientos de clase alta de la zona como: albañiles, plomeros, carpinteros, jardineros y trabajadoras domésticas, que llegaron
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