34 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA biliarias y sus efectos en el sistema bancario financiero en 2008, América Latina experimenta una profundización y extensión de la privatización del agua. En este momento los grandes capitales deciden reorientar “la inversión de capital hacia el control y apropiación de las reservas y territorios de bienes naturales en la periferia”, es decir, hacia la exportación de bienes primarios a gran escala a través de la liberalización económica, valorización y mercantilización de bienes ambientales (Seoane, 2017: 181 en Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe, 6 de abril de 2018). Estas formas de privatización en la década de los 90 empezaron a establecerse a través de acciones de organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, quienes comenzaron a presionar a los gobiernos de diferentes niveles para privatizar los servicios públicos en América Latina, “a través de las políticas de préstamo de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) o a través de programas diseñados e implementados por instituciones bilaterales y multilaterales” (Commander/ Killick: 314 en Castro, 2007). La privatización del agua en la ciudad En las ciudades, el agua también es administrada de forma muy desigual. De hecho, el problema del acceso a una cantidad suficiente y de calidad del agua potable está relacionado con la forma actual de producir ciudad. Alicia Ziccardi, directora del Programa Universitario sobre Estudios de la Ciudad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que en la época neoliberal se busca adecuar la ciudad a los requerimientos del mercado sin regulación alguna y esto ha producido un territorio extremadamente desigual. Ziccardi afirma que en la urbe se han creado “nuevas y diferentes inequidades en el acceso a los bienes y servicios” relacionadas con la dificultad de acceder a bienes básicos como vivienda, equipamiento y servicios urbanos, transporte y espacios públicos (5 de abril de 2015). Actualmente, el acceso a los servicios públicos y bienes básicos están condicionados más que nunca por la relación entre el ingreso y el lugar en el que se habita. De un lado, los barrios adinerados tienen todos los servicios y acceso sin límite a los bienes de la ciudad. Del otro lado, los barrios pobres o populares no cuentan con los servicios básicos y se encuentran cada vez más excluidos de los bienes económicos, culturales, sociales y políticos. En el tema del acceso al agua es claramente visible. En las zonas periféricas populares, conseguir agua es una lucha cotidiana que implica negociar con el gobierno, los pequeños empresarios de las pipas de agua y los vecinos, mientras que las zonas donde habitan las clases altas la dotación está ampliamente garantizada
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