Iniciativas para la sustentabilidad y el cuidado de la casa común en la IBERO Puebla

196 / INICIATIVAS PARA LA SUSTENTABILIDAD Y EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN EN LA IBERO PUEBLA nas familias de la comunidad de La Resurrección, junta auxiliar del municipio de Puebla, cuya población se autodefine como una comunidad indígena originaria y en la cual entre 60 y 70% de la población se dedica al cultivo y manejo del maíz en sus diferentes formas fue el lugar de estudio gracias al trabajo previo realizado por los investigadores del IIMA en temas de rescate de patrimonio biocultural y en la cual el IDIT se sumó con esta iniciativa para visualizar una alternativa del aprovechamiento de las mermas agrícolas, en este caso el nejayote de maíz. En donde inicialmente se encontró que en promedio una familia que realiza la venta de productos de masa de maíz, utiliza hasta 500 litros de agua por semana, agua que tiene como fin ser desechada a la alcantarilla o en el traspatio debido a que por la cantidad de sólidos y alcalinidad no se usa para otros fines como regar plantas o limpieza general. Al ser además una comunidad de usos y costumbres, el reto consistió en realizar procesos biotecnológicos amigables con la comunidad, es decir que la sofisticación esté en el proceso y no en el equipo que lo realiza, desarrollando entonces sistemas estáticos de biorremediación y biosíntesis (figura 9b) que la comunidad los entendiera y que la curva de aprendizaje fuera corta. El objetivo inicial era validar la hipótesis de que este residuo puede servir como base y sustrato en la producción de celulosa bacteriana; logrado esto se pretenden dos objetivos en el mediano plazo: a. Replicación en los hogares de este proceso biotecnológico. b. Centro de acopio en la localidad que genere empleo, ingresos económicos y materiales biodegradables con diferentes usos. Al día de hoy, la hipótesis de utilizar el nejayote de maíz como sustrato, ha sido validada en el laboratorio (figura 10) y esto se ha llevado a cabo en sistemas estáticos que tienen la pertinencia de ser autoempleados y manejados a nivel comunidad con un mínimo de requisitos técnicos que son alcanzables por las personas que requieran y estén interesados en esta tecnología. Esta investigación resulta relevante para el grupo de investigadores tanto del IDIT como del IIMA, debido a que demuestra que la combinación de áreas y especialidades centradas en un grupo específico, permite centrar esfuerzos en realidades y necesidades, volviéndose una investigación bidireccional desde la comunidad al laboratorio y viceversa, acortando los tiempos de resolución y generando alternativas que resuelven problemas en varios ejes: económicos, ambientales, sustentables, por mencionar algunos. Todavía no están los grandes sistemas generadores de celulosa en la comunidad, pero creemos que este primer paso y colaboración multidisciplinaria acercará de forma orgánica los resultados de esta investigación institucional.

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